Poco a poco el concurso de acreedores de Isolux va quedando en el olvido. La que llegó a ser la sexta constructora en España renace tras su época más difícil, y lo hace de la mano de cuatro exdirectivos de la compañía. Una nueva empresa, Lantania, que nace tras la compra del negocio en nuestro país de la extinta constructora por cerca de 30 millones de euros.
Lantania nace con una cartera de obras en curso por valor de 200 millones de euros, con 26 proyectos y activos por valor de 70 millones de euros, todos ellos herencia de la antigua Isolux, tal y como explica su presidente, Federico Ávila. Se da la circunstancia de que Ávila, junto a otros cuatro exdirectivos de Isolux, fueron quienes se hicieron con el negocio en el tiempo de descuento ya que “veíamos una oportunidad, y creíamos que íbamos a ser capaces de generar valor o, al menos, de no destruir más”.
Entre el negocio que desarrolla en estos momentos en España se encuentran dos ramos de infraestructura de alta velocidad del AVE a Galicia, un tramo de la Y Vasca o la electrificación de la Variante de Pajares de la línea de AVE a Asturias, así como la presa de Almudévar, entre otras.
Las obras de alta velocidad licitadas por ADIF serán, precisamente, uno de los pilares fundamentales de crecimiento para la compañía en los próximos meses. El objetivo es presentarse a licitaciones de obra pública por valor de otros 200 millones de euros este mismo mes, y ahí el gestor ferroviario es clave dado que es uno de los principales licitadores en este momento.
“Hay pendientes de licitar por parte de ADIF 2.700 millones de euros, y hay otros 3.200 millones de euros en carreteras”, explica Ávila en conversación con EL ESPAÑOL. Así que ahí busca posicionarse Lantania, una empresa que apostará por las infraestructuras, pero también por la energía y el agua. Éstas serán, además, las patas del plan estratégico a 2022 que ultima la constructora, en el que también habrá hueco para la vivienda.
El inmobiliario
Ávila reconoce que la construcción de residencial no será el corazón del negocio, pero que buscan estar presentes. “Será algo menos del 10% del negocio”, explica, quien ve en este sector un puntal de crecimiento ya que los estudios prevén una inversión cercana a los 7.000 millones de euros, sólo en este campo, en los próximos años.
Todavía es pronto para hacer números, porque aunque la empresa lleva trabajando desde principios de año, no fue hasta marzo cuando recibieron el visto bueno del juzgado aceptando su propuesta de compra. Sin embargo, el presidente de Lantania insiste en que en este momento la empresa está en beneficio operativo, y muestra su confianza en poder mantenerlo de cara a los próximos meses creando “una cartera de calidad”.
Ahora mismo, dice el responsable de Lantania, “tenemos una ventana de tiempo razonable para construir la empresa que queremos. Nosotros podemos aportar una visión distinta, porque hemos llegado en este momento y no tenemos mochilas del pasado”, sentencia.
¿No habrá internacionalización? Por supuesto que sí, pero de forma ordenada, y cuando “el negocio en nuestro país esté estabilizado”, apunta. “El objetivo es tener proyectos fuera de España en dos o tres años. Pero debemos hacerlo saliendo a mercados muy concretos, con una estrategia concreta y un posicionamiento claro”. Para ello no descarta la posibilidad de buscar socios en cada mercado en el que decidan adentrarse, con la mirada fija -sobre todo- en Latinoamérica y Europa.
Federico Ávila asegura haber aprendido de los errores del pasado, aunque asume que “es fácil ser comentarista a toro pasado”. ¿Qué lecciones aprendió de todos ellos? Lo primero, que en la época de vacas gordas hay que prepararse para la de vacas flacas. Lo segundo, evitar el paracaidismo a nivel internacional.
El resto del equipo
Junto a Ávila, que era el director general de Isolux, se encuentran otros miembros del equipo directivo de la constructora. Ahora, la nueva empresa se estructura en torno a tres direcciones generales: la corporativa tiene al frente a Andrés Álvarez, antiguo director de Activos de Isolux Corsán; la de Agua e Infraestructuras, encabezada por José Alberto Carrasco, quien lideró la dirección de Operaciones de España de Corsán Corviam Construcción; y la de Energía, controlada por Luis Manuel Corrales, antiguo director de Desarrollo de Negocio del grupo Isolux Corsán para España y Portugal.
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