El precio medio del mercado eléctrico español superará este mes de septiembre los 71 euros por megavatio hora (MWh), niveles mensuales que no se veían desde enero de 2017 y que supondrá un encarecimiento en el recibo de la luz de en torno a un 16% con respecto a hace un año.
Según datos recogidos por Europa Press a partir del operador del mercado Omie, a falta del dato de un día para el cierre del mes, el mercado mayorista registra una media en septiembre de 71,34 euros por MWh, lo que supondrá un encarecimiento de en torno al 45% con respecto al mismo mes del año pasado.
El precio marcado este mes de septiembre por el conocido como 'pool' tocará así un nuevo máximo desde enero de 2017 (71,4 euros por MWh), un mes que estuvo marcado por los picos en el precio de la elecricidad, después de la ola de frío en la segunda quincena del mes que llevó a tocar, uno tras otro, los registros más elevados desde diciembre de 2013, superando en algunos momentos de puntas la cota de los 100 euros por MWh.
El mes de septiembre no ha hecho más que agudizar la espiral alcista en el precio de la electricidad que ya se había pronunciado en agosto y ha llevado a registrar uno tras otro los máximos diarios del año en el mercado, tocando su techo el pasado 19 de septiembre, cuando alcanzó una media para el día de 75,93 euros por MWh.
Además, la época de verano conlleva una caída en la producción renovable que, en el caso de la eólica, ha sido inferior a la media de este periodo, lo que ha aboca a recurrir a la generación térmica para la cobertura de la demanda, siendo su coste la principal referencia de precio del mercado.
Así, a lo largo de este mes de septiembre se han llegado a registrar hasta 21 precios diarios del 'pool', a falta del último día del más, por encima de los 70 euros por MWh.
De esta manera, el precio mercado mayorista eléctrico cerrará septiembre con una media casi un 11% superior a la del pasado mes de agosto.
Peso del 'Pool' en el recibo de la luz
El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad.
El mercado mayorista funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.
El Gobierno congeló para 2018, y por quinto año consecutivo, los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados.
De esta manera, este incremento en el precio mayorista de la electricidad supondrá un aumento de casi el 4% con respecto al pasado mes de agosto en el recibo de electricidad de este mes de los consumidores, encadenando así su sexto mes al alza.
En concreto, la factura media para un consumidor doméstico a día 28 de septiembre supera los 69,7 euros, casi 2,6 euros más que la correspondiente al mismo periodo del mes pasado.
De este importe de la factura, 13,4 euros corresponden al término fijo, 41,43 euros al consumo, 2,8 euros al impuesto de electricidad y 12,1 euros al IVA.
un 16% más caro que en 2017
Con respecto al mismo mes del año pasado, el encarecimiento registrado este septiembre en el recibo es de casi un 16%, con más de nueve euros.
Esta evolución del precio de la luz corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y na demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kW).
Para contrarrestar esta espiral alcista de la luz, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció el pasado 19 de septiembre la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica, aprobado en 2012 por el anterior Ejecutivo del PP, enmarcada en un paquete de medidas que se impulsará por el Ejecutivo, entre las que también figuran la garantía de cobertura a los consumidores más vulnerables, mejorando el bono social eléctrico y creando un nuevo bono para calefacción, que estará vigente para este próximo invierno.
En concreto, esta suspensión del impuesto supondrá una rebaja en la factura de la luz para un consumidor doméstico de entre el 2,5% y el 4%, y alrededor del 5% o el 5,5% para el consumidor industrial, según indicó Ribera.
Además, la ministra subrayó la "clara voluntad" del Gobierno de abordar con seriedad la reforma estructural del mercado, asegurar señales fiscales coherentes y regular ordenadamente el almacenamiento para avanzar hacia un modelo energético distribuido, limpio, eficiente y digitalizado.