Hace cuatro años, el fondo HIG apostó por Compañía del Trópico, grupo que engloba a marcas como Café & Té, Café & Tapas, Panaria o Atlántico Casa de Comidas. Ahora, se encuentra en pleno proceso de venta por parte del fondo, aunque en Compañía del Trópico confían en que esta desinversión no afecte a los planes del grupo.
Su CEO, Antonio J. Pérez, se sienta con EL ESPAÑOL para hablar no sólo de la empresa que lidera, sino del presente del sector de la restauración en España. No en vano, forma parte de la asociación Marcas de Restauración, desde la que discute con 35 grupos más cuáles son los pasos que conviene a la restauración organizada.
La restauración está en un momento muy bueno tras la recuperación económica, pero hay voces que alertan de que pronto tocará techo, ¿es así?
No está tocando techo. Lo que sí que es verdad es que los locales inmobiliarios, como estaban en 2013 y 2014 después de una crisis profunda, se están acabando después de 4 años. O van quedando menos. No es tanto una situación de burbuja o tope, sino que hay menos locales. Esto viene por la recuperación del consumo y la demanda interna, parte por el turismo... y otra parte porque los españoles han encontrado trabajo y salen fuera a cenar.
No obstante, estamos todavía lejos de los datos de consumo fuera del hogar previos a la crisis, con lo cual no se puede decir que estemos en tope o que tengamos muchos locales ya o que sobran. Como siempre, habrá momento de que los que lo hacen mal se caigan y los otros sobrevivan.
Con ciertas zonas de las grandes ciudades totalmente saturadas, ¿cómo actúa un operador de restauración?
En esas zonas que señalas suben los precios de alquiler, por lo que los operadores tenemos que pensarnos muy bien los proyectos que desarrollamos porque los riesgos en los que incurres son más altos que hace 3 o 4 años. También van surgiendo muchas posibilidades o alternativas con locales en traspaso, o nuevos proyectos inmobiliarios de gran alcance muy ambiciosos... No es que se esté llegando a un tope, pero hay que mirar cada proyecto con lupa.
¿Es el centro comercial uno de esos lugares donde crecer?
Yo me refiero tanto a calles como a centros comerciales. Es verdad que los centros comerciales están haciendo muy buen trabajo de adecuación de los espacios para restauración y modernización de los mismos. Después de atravesar los duros caminos entre 2010 y 2013, los operadores que habían empezado la crisis en 2008 se cayeron.
Entonces, los centros comerciales pasaron por una época de ajuste y cambio de enseñas. Ahora, se han encontrado con clientes que quieren experiencias y cambios de escaparate.
¿También se reinventan las cadenas?
Desde luego. Quieras o no, le han visto las orejas al lobo, cuando han visto la experiencia en Estados Unidos, donde está cayendo el tránsito en centros comerciales. Aquí en España lo están haciendo bien. La gente va al centro comercial a pasarlo bien. Para eso, tienes que dar bien de comer, entre otras cosas.
Los fondos no quitan ojo a las cadenas de restauración, ¿hacia dónde vamos?
Los operadores extranjeros ven que España es un país en el que no se habían fijado, porque era un país de operadores independientes, o muy pequeños y locales. Lo primero fue que el sector empezó a concentrarse vía restauración, vía centros propios. Ahora somos el 20%. Y con la recuperación, los operadores extranjeros están poniendo el foco aquí, porque Alemania o Francia están más saturados. Nosotros tenemos más posibilidades de crecimiento.
Hay un gran apetito inversor en el mundo de los fondos de inversión. Tienen un gran papel para facilitar esos procesos de cambios y crecimiento. Ayudan mucho y facilitan la asignatura de generar grandes grupos. No obstante, los grandes grupos de restauración en nuestro país siguen siendo pequeños en comparación con países extranjeros.
Con apetito llegó HIG a Compañía del Trópico y ahora se va, ¿no?
Sí, mi socio HIG está en ese proceso de marcharse, como está también el de seguir trabajando y creciendo. Han pasado 4 años desde la compra de Café y Té y la fusión con Panaria, de la que yo era socio fundador. Los fondos, si son pacientes, saldrán en el momento en el que mejor defiendan sus intereses, y es muy legítimo. Mi proyecto y el del equipo directivo es continuar con lo que estamos trabajando en estos años y, si en algún momento viene un socio financiero de referencia que sustituya a HIG, entendernos con él y seguir con el proyecto.
¿Se cerrará la operación antes de que acabe el año?
Pues no lo sabemos, eso habría que preguntárselo a ellos. Es un mercado en el que nosotros, como compañía de hostelería, no solemos entrar mucho. Lo importante es que el que venga asuma un proyecto que ya es de consolidación o crecimiento. Cuando se produzca el cambio accionarial, todos esperamos que el nuevo socio siga impulsando el crecimiento en el que estamos.
¿Preferíais que se hubiera quedado más?
Yo creo que es un buen momento. No es un tema que nos quite el sueño. Nuestro trabajo es independiente a que esté un fondo de inversión u otro. Al final no es que te de igual trabajar con unas personas u otras, pero el trabajo nuestro no está en el capital, está en las barras y los cafés. Con independencia del trato y la relación personal, el rol financiero te lo ofrecerá el que va por delante.
Habéis facturado 78 millones con 230 locales, entre propios y franquicias. ¿Cuál es el plan para este año?
El objetivo para este año es facturar 84 millones. Estamos en 42 provincias, aunque donde más locales tenemos es en Madrid, Barcelona y Valencia. De los locales, unos 130 son propios, los demás franquicias... No somos una central de franquicia, somos una empresa de restaurantes y cafetería. Y estamos encantados de serlo. Pero si surge un señor que se enamora de tu marca y te pide que le dejes abrir un Panaria, ¿por qué no? hemos ido creciendo, al final, en ambas partes.
No nos marcarmos un rumbo determinado. Los números son muy relativos porque se trata de que cada uno siga su ritmo. Este año hemos abierto 20 locales y creemos que el próximo año va a ser un crecimiento más fuerte.
Acabáis de firmar un acuerdo con Just Eat, ¿por qué?
Ya estábamos con Glovo y Deliveroo, porque tenemos que estar donde estén los clientes. El cliente está también en estas plataformas. ¿Que están creciendo mucho? sí. ¿Que en euros son poco importantes? Evidentemente.
¿Cuánto os aporta?
Ahora mismo, entre todos no llega al 1%. Está en la media del sector. Como crece muy rápido, nos llama mucho la atención. Pero realmente el sector de la venta en delivery tiene que pensar cómo hacer más barata la entrega.
¿Por qué es diferente Compañía del Trópico?
Entre otras cosas, por la continuidad en el tiempo. Hemos pasado todas las modas, épocas de bonanza, épocas de crisis... nos mantenemos desde el año 1997. Además, hemos dado ejemplo a la hora de integrar marcas. Hemos integrado marcas, profesionales, empleados... Hay pocos ejemplos de marcas así donde hemos ido adquiriendo… Il Café Di Roma, Lavazza, Charlotte, Uvepan…
Hace cuatro años que compró HIG la compañía, ¿dónde estará en cinco años?
Yo soy muy limitado, te digo puedo decir en dos (ríe). Estaremos creciendo como hasta ahora pero comprando algún grupo adicional de restaurantes o cafeterías. Alguna enseña sinérgica con lo que ya tenemos.
¿Hay candidatas?
Ahora mismo no, las prioridades son el fondo y luego ya veremos cuándo y cómo hacemos lo que nos gustaría hacer en el futuro.
No obstante, el sector tiene que crecer, la oferta se tiene que fusionar para hacer grandes grupos de restauración españoles. Para seguir creciendo y ganar masa crítica, en entornos donde quedan menos espacios y son más caros, la línea tiene que ser la consolidación y formación de grupos.