El Santander seguirá apostando por la cuenta 1,2,3 como reclamo principal de nuevos clientes. Lo será pese a los últimos cambios en las condiciones que fijan en 1.000 euros el límite máximo que remunerará al 3%.
“Funciona bien, nos ha dado una actividad y un volumen muy superior a lo que había antes” a la hora de captar clientes. Así lo ha explicado el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, quien dice estar “satisfecho” con la evolución que ha tenido el producto desde su lanzamiento en 2015.
En aquel entonces la cuenta nacía con una remuneración del 3% con un saldo máximo de 15.000 euros. Sin embargo, las circunstancias del mercado (en un entorno de tipos bajos) ha obligado al Santander a ajustar las condiciones en distintas ocasiones durante estos años. “Nos adaptamos a las condiciones del mercado”, explica Álvarez.
Se extiende a autónomos
El Santander no da datos exactos del número de clientes que utilizan esta cuenta, dado que el objetivo es incrementar la vinculación con la entidad. La cifra de clientes con más de un servicio es, en estos momentos, de dos millones y medio; por tanto, parecería lógico pensar que se mueven en ese entorno.
La defensa de la cuenta viene motivada por las dudas que existen en el sector sobre el atractivo real que pueda tener en este momento. De hecho, hay quien habla de una posible pérdida de clientes. Sin embargo, existe cierta tranquilidad en el seno de la entidad a tenor de las palabras de José Antonio Álvarez.
De hecho, en los últimos meses se ha ido ampliando la base de clientes a la que se hace extensiva la cuenta 1,2,3. Los últimos en incorporarse han sido los particulares del Popular. Incluso se ha lanzado una oferta conjunta entre Santander y Popular para captar a 100.000 nuevos clientes autónomos entre ambas entidades.
El caso de ING
El tiempo dará y quitará razones, pero de momento la cuenta 1,2,3 sigue manteniendo la devolución hasta del 3% de los recibos con un máximo de 110 euros mensuales. Una situación que no todas las cuentas de este tipo que hay en el mercado han podido mantener en el tiempo.
Otras entidades como ING se han visto obligadas a modificar sus remuneraciones a los clientes. En el caso del banco naranja el mejor ejemplo es el de la Cuenta Nómina que vio cómo en 2017 se suprimía la devolución de parte del importe de los recibos; también el depósito bienvenida era laminado fruto de los bajos tipos de interés que hay en el mercado.