El futuro de la movilidad es uno de los retos más importantes a los que empresas, gobiernos y usuarios nos enfrentaremos en las próximas décadas. En un contexto en el que la población sigue creciendo y las regiones urbanas se expanden a un ritmo trepidante, las soluciones de movilidad van a ser claves a la hora de mantener o mejorar la eficiencia y sostenibilidad de nuestra sociedad.
En este contexto gigantes empresariales como Boeing se enfrentar a un mercado que, en poco más de dos décadas, va a evolucionar hasta parecerse bien poco al actual. Para hacer frente a este reto la compañía creó su división Boeing NeXt. Desde ella, la empresa estadounidense, está poniendo los cimientos para crear los modelos de negocio, no sólo que le permitan mantener su posición en mercado aeronáutico, sino que le faciliten impactar de forma profunda en la configuración de la movilidad urbana del futuro.
Steve Nordlund, Vicepresidente al frente de Boeing NeXt compartió con EL ESPAÑOL algunos de los retos a los que su división y su empresa se enfrentan actualmente
¿Cuál es el objetivo de Boeing NeXt?
Queremos crear una movilidad aérea más eficiente y sostenible: Para ello nuestro portfolio incluye aeronaves para pasajeros, para mercancías, aeronaves autónomas y aviones hipersónicos. Pero nuestra tarea no se centra sólo en manufacturar nuevas soluciones. Trabajamos con las principales agencias regulatorias y el resto de la industria para crear un ecosistema futuro de movilidad global. El objetivo final es conectar a las personas.
¿Cómo va a ser este futuro de la movilidad?
Nuestra visión es que una persona pueda coger un smartphone, indicar a dónde quiere ir y que, sin que el usuario haga nada, el sistema determine cuál es la forma más eficiente y económica de realizar el viaje. Un mundo en el que el transporte por tierra y aire estará totalmente conectado. Me imagino comenzando el día en Seattle y diciéndole a mi smartphone que quiero ir a Portland. Un vehículo me recogerá y me llevará al aeropuerto desde donde viajaré en un avión eléctrico a Portland. Una vez allí el sistema de transporte de la ciudad me transportará al lugar donde necesito llegar dentro de la ciudad. Lo que ahora me cuesta cuatro horas me costará menos de una.
¿Qué papel va a jugar Boeing en este futuro?
Creemos que podemos combinar la experiencia de Boeing a lo largo de su historia junto con el conocimiento de las nuevas startups centradas en las tecnologías más avanzadas. La mezcla de los los conocimientos de todo el ecosistema será el origen de la movilidad del futuro. Estamos en un momento ideal para enfrentarnos a este reto ya que actualmente se están configurando los modelos urbanos del futuro y, además, existen una serie de nuevas tecnologías que pueden hacer que vivamos mejor.
¿Dónde ve los primeros casos de uso para las aeronaves autónomas?
Seguramente en las mercancías y el reparto de paquetería habrá una adopción más rápida. La regulación de esos negocios es menos compleja que la de los pasajeros. Por eso estamos desarrollando nuestro vehículo de cargo primero. Del mismo modo, existen oportunidades en los vehículos de emergencias. Otro nicho en el que este tipo de soluciones puede aportar mucho valor respecto a la situación actual.
¿Cuándo cree que veremos los primeros aerotaxis?
Depende de muchos factores. Tiene que tener una integración segura con la infraestructura, hay que tener en cuenta las necesidades reales de los pasajeros, las cuestiones medioambientales, las posibilidades del negocio… Hay mucho que resolver además de la tecnología. Teniendo esto en cuenta, pensamos que durante los primeros años de la próxima década veremos los primeros aerotaxis. Los retos más importantes no tendrán que ver tanto con la tecnología como con los modelos de negocio y la regulación.
Para llegar a la automatización de vehículos es clave el desarrollo de tecnologías como el 5G, ¿qué evolución prevén en este sentido?
El desarrollo de algunas tecnologías va a marcar el calendario de llegada de los siguientes avances al mundo del transporte. La conectividad va a ser clave para el funcionamiento de la plataforma pero también para la seguridad de la gestión de tráfico. Especialmente en lo que se refiere a los entornos urbanos estamos en una fase muy inicial en materia de conectividad, muy lejos aún a lo que necesitamos para implementar estas nuevas soluciones. Es complejo definir qué nivel de inteligencia artificial, de capacidad de computación, de machine learning va a ser el óptimo para lanzar este tipo de servicios.
¿Es realista pensar en aviones 100% eléctricos?
Sí. En este caso el mayor reto al que nos enfrentamos es el de las baterías. Cómo conseguir que los aviones eléctricos tengan el rango de vuelos que los clientes van a demandar. Confiamos es que va a haber mucha innovación en este sentido en los próximos años.
¿Qué lugar va a ocupar la aviación hipersónica en el futuro?
Seguramente tardaremos una o dos décadas en verla como una realidad comercial pero estamos haciendo grandes avances tanto en los primeros diseños como en las tecnologías y los materiales necesarios para hacer realidad la aviación comercial hipersónica lo antes posible. El ahorro de tiempo va a ser uno de los elementos clave en el transporte del futuro, de ahí la importancia de esta solución.
¿Qué piensan de proyectos como Hyperloop?
Creo que es una gran innovación. Del mismo modo, en mi opinión, es un proyecto que se enfrenta a retos enormes no sólo en la parte de la tecnología. Es muy complejo gestionar una infraestructura de este tipo en el suelo. La ventaja del aire es que te permite evitar muchas problemáticas como los acuerdos con los dueños de los terrenos. En el aire la parte de la regulación es muy distinta y nos ofrece ventajas.
¿Puede Boeing pasar a ser un proveedor de servicios de transporte en lugar de un fabricante de aeronaves?
Tenemos todas las opciones abiertas respecto a nuestros futuros modelos de negocio. En este nuevo capítulo de la aeronáutica tenemos que reflexionar sobre qué lugar queremos ocupar. Tenemos que evaluar toda nuestra cadena de valor y ver cómo se adapta al nuevo mercado. Eso nos ayudará a entender qué modelos de negocio se adaptan mejor a nuestras capacidades. El reto no es pequeño. Por eso trabajamos en esta línea de búsqueda de alianzas con todo el ecosistema. Respecto a si seremos operadores de servicios o fabricantes de soluciones, mantenemos abiertas todas las opciones de cara al futuro.
Vamos a un mundo donde coches, motos, bicis, patinetes y aviones están electrificados, ¿seremos capaces de producir toda esa electricidad? ¿Será energía limpia?
Dependiendo de las distintas regiones la evolución de la generación de electricidad va a ser distinta. Queda muchísimo para llegar a este punto y tenemos muchos retos que resolver por el camino. No nos vamos a despertar un día y vamos a estar en un mundo eléctrico de energía renovable. Pasaremos una transición. Por eso trabajamos en otras soluciones como los biocombustibles para ese periodo intermedio.