Renfe ha decido mentalizar sobre los costes y los problemas que ocasionan los grafitis en los cercanías. En una nota difundida por la operadora ferroviaria trata como una noticia extraordinaria que "al inicio del servicio de hoy, Renfe ha puesto en circulación un tren sin grafitis. A la hora de escribir este texto aún no había sido pintado. Si alguien lo ve no se trata de un espejismo".
Para Renfe, "teniendo en cuenta que actualmente el 87% de los trenes que conforman el parque de Cercanías de Cataluña está pintado con grafitis y que en hora punta más del 90% de los trenes circulan en doble composición, estadísticamente es una situación que merece una comunicación específica".
La simpática nota terminaba lanzando lo que podría llegar a entenderse como un reto para grafiteros: "No daremos datos de su recorrido, para evitar que esta imagen de coleccionista sea dañada en poco tiempo".
Una situación cada vez más real
La compañía denuncia en su comunicado que "aunque este titular no se corresponde a la realidad, tal vez son sólo dos o tres los trenes sin pintar que circulan actualmente. Algunos es imposible encontrar un tren de Cercanías de Cataluña sin ninguna pintada en alguno de sus coches".
Renfe ha hecho públicos una serie de datos sobre los gastos que generan las pintadas: A los ciudadanos les ha costado más de 8 millones de euros lo limpiar grafitis en lo que llevamos de 2018. Dos millones de clientes han sufrido retrasos y problemas de seguridad durante este año por esta razón.
Del mismo modo, han sido presentadas 1.759 denuncias ante Mossos este 2018 (Más de 5 denuncias diarias de media). El 45% de los grafitis que se realizan en los trenes e instalaciones de Renfe tienen lugar en Cataluña, interfiriendo en el normal funcionamiento del servicio
Los grafitis obligan a Renfe a alterar la programación de los recorridos de los trenes con el fin de organizar la retirada de las pintadas por los servicios de limpieza. Del mismo modo, provocan que los trenes deban de ser inmovilizados más tiempo de lo previsto lo que conlleva una modificación de la logística de distribución de los trenes.
Para explicar esta situación la operadora aportó un caso concreto: "El pasado domingo 25 de noviembre, una pintada en el lateral y vidrio frontal de un tren de la línea R12 provocó la cancelación del servicio en todo su recorrido obligando a realizar el trayecto entre Cervera de Segarra y Lleida con un servicio alternativo por autobús lo que afectó a cerca de un centenar de clientes".
Es la segunda vez en menos de un mes que los usuarios de esta línea se ven afectados por la imposibilidad de poner en circulación un tren debido a que tenía una pintada en el cristal de la cabina de conducción.
Importante inversión en seguridad
Renfe destina un gasto de 14 millones de euros en Cataluña solo para paliar estos actos y minimizar las afectaciones. Por mucho que suba esta inversión o la de los responsables de seguridad ciudadana no se solucionará esta lacra hasta que haya la concienciación social, la educación y el respeto sobre los espacios y bienes comunes así como modificar las consecuencias de estos actos que nos afectan a todos.