Aena, la sociedad que gestiona los 46 aeropuertos y 2 helipuertos españoles, cobra a través de estas tarifas a las aerolíneas por el uso de determinados servicios aeroportuarios, como pistas, pasarelas de embarque y desembarque, operaciones de carga y descarga de mercancías y estacionamiento de aeronaves.

Esas tasas repercuten posteriormente en el precio de los billetes de los viajeros.

Las tarifas acordadas por Aena con las compañías se han calculado distribuyendo la congelación tarifaria global entre los distintos servicios aeroportuarios, de forma que se equilibren los costes y los ingresos de cada prestación patrimonial pública.

No obstante, para mejorar la transparencia y eficacia de los sucesivos procedimientos de consulta, la CNMC insta a Aena a que facilite con antelación suficiente un mayor desglose de ingresos y costes.

Asimismo, las principales aerolíneas deberán facilitar a Aena información sobre sus previsiones de tráfico.

La CNMC es el organismo encargado de supervisar y controlar las tarifas aeroportuarias que se actualizan cada ejercicio, de acuerdo con la normativa vigente.