Ni le convence el plan para refinanciar la deuda, ni cree que la ampliación de capital pueda recibir su apoyo en este momento. El magnate ruso Mikhail Fridman, a través de su fondo inversión LetterOne, ha marcado las líneas rojas del primer accionista de Dia (con un 29% del capital) ante el consejo de la cadena de supermercados.
La firma de inversión se planta así en lo que se ha convertido en una guerra por el poder de la compañía. En concreto, LetterOne cuestiona -a través de una carta remitida al presidente interino Richard Golding- todo el proceso financiero que el equipo de Antonio Coto está negociando con los bancos.
En concreto, duda de la ampliación de 600 millones de euros asegurada por Morgan Stanley. Según los volúmenes fijados por la entidad, el fondo debería aportar cerca de 180 millones de euros para mantener su posición. Sin embargo, LetterOne recrimina que no se haya tenido en cuenta la opinión del accionista mayoritario.
De hecho, considera que, una vez analizadas las condiciones, existe incertidumbre en cuanto a si se pueden cumplir los términos fijados. Y afirma: "La propuesta de Morgan Stanley no cumple actualmente los requisitos mínimos de LetterOne".
Fridman pone así en jaque la ampliación de capital, que deberá ser aprobada en junta de accionistas si sale adelante en el consejo. Pero hay más. También lanza dardos contra la refinanciación que se negocia con los bancos en este momento.
En concreto, las negociaciones hablan de aportar líneas de liquidez bancaria por valor de 200 millones de euros, que deberían servir para llegar hasta la entrada de nuevo dinero a la compañía.
Según dice el grupo en la carta, la propuesta actual es una financiación a corto plazo que debe servir de puente hasta cerrar otra mayor, unida a la ampliación de capital. Incluso llega a afirmar que los acuerdos alcanzados hasta el momento "no cumplen con los requisitos" que LetterOne considera necesarios aplicar.
Es decir, que no le convence ni las condiciones impuestas por la banca, ni las propuestas realizadas desde la cadena de supermercados a las entidades financieras. Pese a esa negativa del accionista mayoritario, fuentes cercanas a las negociaciones insisten en que van por buen camino y confían tenerlas cerradas en las próximas semanas.
Dos jarros de agua fría que se suman a las exigencias del magnate ruso de profesionalizar la dirección y de definir un plan de transformación de la compañía a larg plazo (a cinco años), lo suficientemente profundo, pero que sea realista tal y como ha contado este periódico.
El adiós de los suyos... pero un apoyo "constante"
Esta misiva, enviada el lunes, evidencia lo que ya es innegable: que las discrepancias en el seno del consejo de Dia son una realidad. Para muestra, un botón. Un día después de enviar esta carta, la cadena de supermercados informaba a través de la CNMV de la salida de los dos hombres de Fridman que todavía tenían silla en el consejo, Karl-Heinz Holland y Sergio Antonio Ferreira.
No obstante, en la carta (que fue adelantada por Expansión), que firma en nombre de LetterOne Stephan DuCharme -que también salió del consejo como sus compañeros, pero hace dos semanas-, el fondo insiste en que sigue siendo un "apoyo fundamental" para la compañía, "un apoyo que se ha expresado de manera constante por escrito y en persona", insiste.
Desde LetterOne aseguran que están dispuestos a desempeñar "un papel activo" en el trabajo con todas las partes interesadas para definir un plan de negocio viable, así como una estructura de capital y de gestión de la compañía que permitan dar un giro a la empresa en beneficio de "todas las partes interesadas".
Así, no son pocos los frentes que Dia tiene abiertos. Con un plan de negocio "atascado" -que estaba anunciado para otoño-, y las negociaciones con los bancos en marcha, la compañía tiene pendiente, además, nombrar nuevo presidente. Y todo esto aderezado con el conflicto en el consejo, que, sin duda, hará mella en cómo y cuándo se toman las decisiones.