Andrea Orcel está dispuesto a dar la batalla hasta el final tras su fichaje frustrado como consejero delegado del Santander. El italiano está contactando con distintos despachos de abogados en España para presentar una demanda para solicitar una indemnización por lo ocurrido.
Parece que el italiano está convencido de que la justicia le dará la razón, dado que tenía en su poder una carta de intenciones del Santander para que se incorporase como CEO de la entidad, y con una oferta cercana a los 50 millones de euros.
Según Financial Times citando a fuentes familiarizadas con el asunto, "está convencido de que tiene un caso fuerte". Sin embargo, parece que el italiano está teniendo problemas para encontrar un despacho de abogados que no tenga problemas de competencia con el Banco Santander.
Los motivos del Santander
Orcel debía incorporarse a la entidad que lidera Ana Botín en las próximas semanas, una vez que terminaran las negociaciones con UBS -el banco del que procedía- acerca de la 'prima de fichaje' que debía abonarse. Es decir, la compensación que el italiano debía recibir por los años que estuvo en el banco suizo y el dinero que dejaría de perder tras siete años allí.
Sin embargo, el Santander se encontró con que UBS no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer para rebajar la cantidad. De este modo, el monto total del fichaje podría estar en los 54 millones de euros, más el salario que percibiera como consejero delegado. Una cifra difícilmente asumible para el consejo de la entidad cántabra.
La propia Ana Botín reconocía que semejante cifra no estaba justificada, ni se enmarcaba en los principios del propio Santander. En un contexto en el que la sociedad todavía sigue padeciendo los estragos de la crisis, en el que la imagen de la banca está dañada, y en el que el propio banco se prepara para un ERE en España, parecía poco aconsejable traer una figura como el italiano.