Apasionado de la ingeniería y la empresa, Ignacio Sánchez Galán (Salamanca, 1950) ha compaginado durante toda su trayectoria la dedicación a estos dos ámbitos. Como gestor, a Sánchez Galán se le reconoce su capacidad para anticiparse a los cambios del futuro y tener una visión completa de los sectores industriales y tecnológicos.
Eso, en lo profesional. En lo personal, al presidente de Iberdrola, casado y padre de cuatro hijos, hay quien le define como una persona afable, gran escuchador y sensible hacia la solidaridad y la cultura. Quien pronuncia esta retahíla de adjetivos es Aldo Olcese, presidente de la Fundación Independiente, la entidad que este martes por la noche le entregó el galardón Español Universal 2018.
Antes de al primer espada de la eléctrica vasca, el premio, con 20 años de historia, ha sido concedido a diversas personalidades que, a ojos de la Fundación Independiente, han trascendido "de manera relevante y con impacto" fuera de nuestras fronteras.
El primero fue entregado al Nobel de Literatura Camilo José Cela; después, vinieron otros como el tenista Rafael Nadal, la bioquímica Margarita Salas, el cantante Plácido Domingo, o el doctor Rafael Matesanz, que recibió el galardón el año pasado. La apuesta este año es entregárselo a un empresario que ha llevado a Iberdrola a ser una de las principales eléctricas del mundo: "No reconocerlo es negar la evidencia", apunta Olcese en conversación con este periódico.
No obstante, nombrar "español universal" a un empresario es casi un desafío. "La sociedad española está muy huérfana de los grandes referentes empresariales, no se dejan premiar, no se 'desnudan' como seres humanos…", explica el presidente de la fundación, que matiza: "Es muy importante la junta de accionistas, pero tenemos un reto muy importante que es dignificar y trasmitir al resto de la sociedad cómo son estas personas".
Un mérito "espectacular"
Una realidad que Olcese esgrimió como argumento a Sánchez Galán, quien decidió así aceptar el premio: "Ha sido un gran logro", comenta. Se trata, en definitiva, de reconocer a "nuestros grandes capitanes de empresa". Es una forma de que la opinión pública vaya mejorando "el concepto que tiene de los empresarios", insiste el presidente.
Sánchez Galán cumplía con los requisitos. Gestor de éxito y gran mecenas "muy desconocido", el presidente de Iberdrola pareció a la junta de gobierno de la fundación la persona indicada para recibir el reconocimiento: "Cuando uno se pone a recopilar, es francamente espectacular", apunta Olcese, y reseña: "Eso no se hace solo con el dinero, sino con la voluntad y la dirección estratégica".
Durante su intervención tras recoger el premio, ante 300 invitados que acudieron al acto celebrado en la Real Fábrica de Tapices, en Madrid, Sánchez Galán afirmó que el reconocimiento supone "un nuevo estímulo" para seguir contribuyendo a "cristalizar el gran potencial de España y a hacer del nuestro un país mejor en un mundo mejor".
Poniendo el foco en su trayectoria empresarial, el presidente de Iberdrola puso en valor "el gran trabajo, la dedicación y la valentía de tantas mujeres y hombres que hacen del nombre de España un sinónimo de esfuerzo, de solidaridad, de innovación y de creatividad, siempre con un gran sentido de la responsabilidad". E insistió: "Siempre me he sentido profundamente orgulloso de ser español, de pertenecer a un país tan diverso en regiones y territorios”.
El foco en el medio ambiente
Licenciado en Ingeniería Industrial por la Escuela Superior Industrial Icai de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), pronto demostró su interés por el mundo empresarial. Así, es diplomado en Administración de Empresas y Comercio Exterior por Icade, en la misma universidad en la que se formó como ingeniero, y diplomado en Administración General de Empresas y Comercio Exterior por la Escuela de Organización Industrial (EOI) de Madrid.
Antes de su desembarco en Iberdrola, en 2001, Sánchez Galán desempeñó diferentes puestos directivos y de gestión en Sociedad Española del Acumulador Tudor (hoy Grupo Exide), en Industria de Turbo Propulsores (ITP), como presidente del consorcio alemán Eurojet y fue, además, pionero de la telefonía móvil en España como consejero delegado de Airtel Móvil (hoy Vodafone España).
Una trayectoria profesional que le sirvió para dar el salto a la eléctrica y convertirla en el gigante que es hoy. No en vano, su apuesta por la expansión internacional, las energías renovables y la sostenibilidad han hecho de la vasca una de las mayores del mundo, suministrando energía a más de 100 millones de personas sobre todo Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, México y España.
En línea con el papel de compañías como la que preside, Sánchez Galán incidió en la necesidad de fijar como guía los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, puesto que establecen un “firme compromiso con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos; la igualdad; la conservación del medio ambiente y los jóvenes", en quienes, asegura, Iberdrola está apostando con fuerza.
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