El consorcio automovilístico japonés Toyota contabilizó un beneficio neto atribuido de 11.386 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio fiscal 2018-2019 (entre abril y diciembre de 2018), un 29,3% menos, según los datos publicados por la empresa.
El beneficio neto de la empresa en los tres primeros trimestres refleja el impacto de la evolución negativa del negocio de la compañía en la región de Norteamérica, que se opone al progreso experimentado en otras zonas geográficas como Japón, Europa o Asia.
El director de Operaciones de la compañía, Masayoshi Shirayanagi, indicó que Toyota está progresando en la consecución de sus objetivos corporativos, gracias a la reducción de costes que está implementando.
La compañía cerró los nueve primeros meses del año fiscal 2018-2019 con unos ingresos de 179.804 millones de euros, lo que se traduce en una subida del 3,1% respecto al mismo período del ejercicio 2017-2018.
El beneficio operativo de la empresa que dirige Akio Toyoda experimentó una progresión del 9,5% en dicho período, hasta 15.503 millones de euros, al tiempo que sus ventas mundiales totalizaron 6,7 millones de unidades, un 0,3% más.
Para el conjunto del año fiscal, la multinacional ha revisado a la baja sus previsiones, de forma que estima contabilizar un beneficio neto atribuido de 14.90 millones de euros, un 25% menos, mientras que su facturación será de 236.000 millones de euros, un 0,4% más.