Ence obtuvo un beneficio neto de 131,7 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 40,6% respecto a 2017 debido al impulso generado por el negocio de la celulosa, el crecimiento de la demanda y la ausencia de grandes proyectos de nueva capacidad durante los próximos años.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) aumentó un 35% hasta los 290,9 millones de euros, y la compañía se ha marcado como objetivo para 2019 alcanzar los 340 millones de euros, de acuerdo con las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Además, los ingresos de Ence crecieron un 12,4% en 2018 hasta los 832 millones de euros, en tanto que los derivados de la venta de celulosa se incrementaron un 16,8 % hasta los 601,7 millones de euros como consecuencia de una mejora del 20,2% en el precio medio de venta.

Europa fue el principal destino de la celulosa producida por Ence, representando un 91% de los ingresos. Por otro lado, la producción de celulosa se elevó un 1% hasta las 967.969 toneladas.

En 2018, la compañía invirtió unos 280 millones de euros en nuevos proyectos y 12 millones en mejoras en sostenibilidad, llegando a ampliar en 30.000 toneladas su capacidad de fabricación de celulosa.

De cara a este año, tiene previsto expandir su negocio con 100.000 toneladas, algo que se espera que ocurra en el primer semestre.

A cierre de diciembre, la compañía elevó un 99% su deuda neta hasta los 304,8 millones.