Abanca quiere dejar atrás la opa fallida sobre Liberbank cuanto antes, y quiere hacerlo mirando al futuro. Los deberes que su propietario, el venezolano Juan Carlos Escotet, se ha puesto para el 2019 tienen dos nombres propios: Deutsche Bank y Caixa Geral. O lo que es lo mismo, las dos compras que ha hecho en los últimos meses y que confía en integrar plenamente antes de que termine el año.
En concreto, se trata del negocio de banca privada y minorista de Deutsche Bank en Portugal que compró el pasado mes de marzo de 2018. En total, 41 oficinas comerciales distribuidas por el país luso, con especial presencia en Lisboa y Oporto. Se trata de un negocio de 1.000 millones en depósitos y más de 2.400 millones de cartera crediticia.
La integración de este negocio está en fase de “perfeccionamiento”, según se puede leer en el informe de gestión de Abanca, y la intención es que el proceso pueda estar terminado antes del verano.
Algo más podría tardar en integrar el negocio de Caixa Geral en nuestro país. Un activo por el que pagó 364 millones de euros, y que le permitió sumar 110 oficinas, 131.000 clientes, 524 empleados y duplicar su presencia en Madrid con 40 oficinas, así como en Extremadura en donde hasta entonces no tenía sucursales.
Pero estas compras podrían no ser las últimas en llegar, como demuestra el intento de Escotet de hacerse con Liberbank. De hecho, en el mercado se da por descontado que podría volver a intentarlo si, finalmente, las negociaciones con Unicaja para una eventual fusión no fructifican.
Los resultados
Abanca ha enviado sus cuentas consolidadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En ellas explica también que continuará con su Plan Estratégico a 2020 y que pivota sobre tres grandes ejes: aumento de la rentabilidad, transformación de la organización y la mejora de la experiencia del cliente.
Durante el 2018 Abanca obtuvo un beneficio de 430 millones de euros, lo que supone un aumento de casi el 18% respecto al mismo período del año anterior. Los saldos dudosos se redujeron un 29%, lo que deja la tasa de morosidad en el 3,6%.
Tanto Caixa Geral como Deutsche Bank ya hicieron sus aportaciones al negocio, en total 13.500 millones de euros. De este modo, el volumen de negocio de Abanca se elevó el año pasado hasta los 69.213 millones.