Fridman amplía hasta el 30 de abril su opa sobre Dia tras cosechar una bajísima aceptación
- Este sábado acababa el plazo para que el empresario ruso prorrogase su oferta
- Solo un 3,3% del capital del grupo ha aceptado por ahora los 0,67 euros por acción ofrecidos
Mijail Fridman ha tenido que ceder a la evidencia. Lo que ya vaticinaba el escaso apoyo cosechado por el empresario ruso en la junta de accionistas en la que impuso su hoja de ruta para Dia, no solo se ha confirmado sino que ha ido a más. Este miércoles ha anunciado que prorroga el plazo de aceptación de su opa sobre el grupo de supermercados una semana más de lo previsto, hasta el próximo 30 de abril. Hasta ahora solo ha conseguido compromisos de venta de un 3,3% del capital de la española.
El anuncio de la extensión de plazos se ha producido justo sobre el campanazo de cierre de sesión de este Miércoles Santo. Tres días antes de que acabase el plazo legal para proceder a este movimiento. Inicialmente, Fridman tenía previsto poder alcanzar el próximo martes 23 de abril el 35,5% del capital de Dia al que aspira para que su opa pueda ser ejecutada. Sin embargo, las cifras remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) muestran que para salir adelante debería levantar casi 11 veces las adhesiones que hasta ahora ha logrado.
La normativa española de opas permite extender el plazo establecido inicialmente para la aceptación de una opa hasta tres días antes de su final, con un tope de 70 días en cómputo global. Esto seguiría dando margen a Fridman hasta el próximo 10 de junio. Sin embargo, la difícil situación financiera que atraviesa Dia pone en peligro la misma continuidad de la compañía con un calendario como este. Precisamente, esta fue la razón por la que la propia CNMV tomó una gran diligencia en aprobar el folleto de la opa que, de momento, queda en entredicho.
Del mismo modo, este fue el motivo por el que el consejo de administración aconsejó acudir a la opa aunque consideraba que los 0,67 euros por título no reflejaban el valor de la compañía. La directiva ya había venido advirtiendo de que sin plan de rescate viable sobre la mesa, la amenaza del concurso de acreedores va en aumento. Una advertencia que en su día se usó para prevenir frente a los planes de Fridman y que después el empresario ruso ha terminado empleando para tratar de forzar más adhesiones para su hoja de ruta.
Poco efecto hasta la fecha. LetterOne, que ya controla un 29,001% del capital social de Dia, solo ha conseguido el compromiso de venta de los titulares de 20.517.986 acciones del grupo de supermercados, según se ha notificado a la CNMV. Apenas un 4,64% de las acciones a las que se dirige y, como mínimo, debe ser aceptada por un 50% de las mismas. Aunque sus representantes señalaron recientemente que "todo suele resolverse en las últimas 24 horas", parece que estas cifras han caído como un jarro de agua fría en el círculo del ruso. Más si se tiene en cuenta que, previsiblemente, los festivos de Semana Santa de los próximos días no serán de gran movimiento entre los accionistas de la cotizada española.
FINANCIACIÓN EXTRA POR 380 MILLONES
El que fuera presidente interino de Dia y representante de LetterOne en su consejo, Stephan DuCharme, ha advertido de que la situación en la que se encuentra la compañía es "muy delicada", por lo que "sin una inyección de capital y un cambio en el gobierno y en el liderazgo para lograr una exigente transformación, la viabilidad del negocio está en duda". Además, ha asegurado que el consejo que antes se oponía a sus planes ha "dejado claro" que el fracaso de la opa podría conducir haica el "régimen de insolvencia o a llevar a cabo canjes de deuda por capital", lo que provocaría "nuevas pérdidas significativas" para el conjunto de los accionistas.
En paralelo, los gestores de LetterOne han pedido "mayor flexibilidad" a la banca acreedora de Dia para la concesión de un aumento de 380 millones de euros mediante una nueva línea de financiación 'super sénior'. Esta cifra más que duplica los 170 millones que se habían planteado hasta el momento. No obstante, aunque las negociaciones con las entidades siguen su curso, el fondo ha dejado claro que antes de firmar cualquier refinanciación quiere asegurarse el control accioniarial y de gestión de la compañía. Y, de momento no va por buen camino.