La puesta en marcha del registro de la jornada laboral ha pillado a las empresas españolas con el pie cambiado. No es que no se hubiese anunciado su entrada en vigor, sino que estas han esperado hasta el último día para implantar sistemas que permitan cumplir con la norma, tal y como explicó este periódico.
Desde Beebole hablan de “tsunami español”, y es que, según explican desde esta compañía que comercializa un sistema de control de la jornada desde hace 10 años, en los últimos días se han visto “sobrepasados” por el número de empresas que han contratado sus servicios. “Pasó igual con la puesta en marcha del RGDP, y ya avisamos a la dirección de que en España todo se hace siempre a última hora”, comenta Elena Benito, CMO de Beebole.
El sistema de esta compañía consiste en una plataforma donde las empresas dan de alta a los trabajadores, para que estos a través de una aplicación puedan registrar su jornada laboral de forma telemática. Beebole presta sus servicios a empresas de la talla de Michelin pero también a pymes.
Según Benito, tras el anuncio del Gobierno, en diciembre, hubo un “aluvión repentino” de empresas que solicitaban su plataforma. La CMO de Beebole opina que “el coste que supone para compañías de este tamaño y la presión de los sindicatos” obligó a las grandes corporaciones a acelerar el proceso. Sin embargo, aún en diciembre “había un desierto de pequeñas empresas”.
“Hemos quintuplicado los registros diarios en los últimos días”, apunta a EL ESPAÑOL Iñaki Zubeldia, CEO de Sesame Time. Esta compañía lleva trabajando cinco años con organizaciones como Cruz Roja o Ikea en el control de los horarios de sus trabajadores. A través de un sistema multidispositivo permite no solo registrar las jornadas laborales, sino también apuntar las vacaciones o las tareas pendientes de los empleados.
Del registro de la jornada a la inteligencia de negocio
Según Zubeldia, la entrada en vigor de este decreto ley ha supuesto un “boom” y considera que “ha venido para quedarse”. De hecho, desde Beebole y desde Sesame Time coinciden en que el registro de la jornada laboral lleva a las empresas a disponer de una cantidad de datos sobre la productividad de sus empleados que les permitirá adaptar sus recursos. “En 18 meses pueden incorporar la inteligencia de negocio”, señala Benito.
Para el CEO de Sesame Time, la utilización de herramientas para controlar los horarios también facilita las inspecciones de trabajo, ya que se generan informes accesibles para el empleado y para la empresa.
Colegios y hospitales ante el control de las jornadas
En Control Laboral han duplicado el número de empleados en las últimas semanas y han tenido que crear nuevos departamentos para dar respuesta a la norma que ha entrado en vigor este lunes. El sistema de control que ofrece esta compañía es parecido al de las dos anteriores, también es multidispositivo y vuelca todos los datos en un portal gestionado por el departamento administrativo de cada compañía.
Víctor García, coordinador de marketing de Control Laboral, explica a este periódico que el “posicionamiento web” ha sido clave para que las empresas les elijan como herramienta para el control de las jornadas.
La llegada masiva de clientes ha provocado la diversificación de los sectores para los que trabajan. “Antes trabajábamos con empresas con jornadas parciales y con mucha movilidad, como gimnasios, empresas de seguridad privada… pero ahora también tenemos colegios y hospitales”, apunta García.
Aunque la guía publicada por el Gobierno da algunas pistas sobre esta nueva norma, deja la puerta abierta para que cada empresa diseñe su estrategia para registrar las jornadas de sus empleados. Las empresas consultadas por este periódico coinciden en que un marco más preciso ayudaría a reducir el “desconocimiento” de la mayoría de las que solicitan sus servicios.