Pedir comida a domicilio no es nuevo, sobre todo si hablamos de hacerlo por teléfono. No obstante, sí que es más reciente el hacerlo de forma online, y la multitud datos que los consumidores dejan en las plataformas en las que contactan con los restaurantes revelan cómo, por qué y con quién se pide comida a domicilio en España.
Un sector, el de la comida a domicilio online, que el año pasado alcanzó los 600 millones de euros y, según calcula Just Eat, podría sumar 900 millones en 2020. "Vemos un avance imparable, y el consumidor es cada vez más exigente", explica Patrik Bergareche, director general de la plataforma en España desde el pasado febrero.
No obstante, no todos los consumidores utilizan por igual este servicio. Así, según los datos presentados por Just Eat en su VII Estudio Anual de Comida a Domicilio, el usuario que más pide a casa es una persona joven, cosmopolita, de poder adquisitivo medio y que vive en familia o en pareja.
Como se puede observar en el gráfico superior, quienes más piden a domicilio tienen entre 25 y 35 años, muy seguido de cerca por los que tienen entre 35 y 44 años. Lo hacen, sobre todo, por comodidad y rapidez, y lo más habitual es pedir en pareja.
Los datos de Just Eat suponen la caída de un mito, y es que cuando más se pide no es ni viendo fútbol (6%) ni cuando llueve (13%), sino que es viendo una serie o película (58%). En esto, las plataformas de contenido en streaming, cada vez más en auge, han tenido mucho que ver. Así, queda patente que estas son la primera opción, con un 60%, seguido por la televisión tradicional, con un 30%.
Un sector que no toca techo pero que, salvando su mayor triunfo en las grandes capitales, queda patente que el delivery todavía tiene mucha capacidad de crecimiento en España.
En concreto, y según los datos que manejan en el grupo Arcano, España no solo está lejos de la media global, que se sitúa en el 8%, sino muy por debajo de países como Corea del Sur (19%), Japón (13%), Reino Unido (12%) o Alemania (11%).
¿Reparto con robots?
Como en todos los sectores, la digitalización está teniendo un papel protagonista. Ni que decir tiene que, en un sector donde el smartphone y las apps son cada vez más utilizadas, la mejora en la tecnología es una condición indispensable.
Just Eat pone como ejemplo la prueba de reparto con robots de autoconducción que hizo en el centro de Londres en 2016; algo que, sin embargo, fue una prueba piloto que todavía no se ha implementado de forma oficial ni se ha puesto en marcha en otras ciudades.
"El big data y la inteligencia artificial nos permiten personalizar restaurantes para cada cliente", cuenta Bergareche, que insiste en que los datos que obtienen de los consumidores son un elemento diferenciador. Avances que, sin duda, se tendrán que hacer de la mano del sector hostelero, en un momento en el que todos buscan encajar con nuevos modelos de negocio.
Con presencia en 13 países, Just Eat registró un beneficio bruto de 101,7 millones de libras (118 millones de euros al cambio actual) al cierre de 2018, en contraste con las pérdidas de 76 millones de libras (88 millones de euros) de un año antes.
En España, con 10.000 restaurantes adheridos, la compañía más veterana compite ya con otras como Glovo, Deliveroo o Uber Eats. No obstante, Just Eat insiste en que tiene puesto el foco en aumentar la oferta de restaurantes en la plataforma y ampliar la base de clientes "a través de una experiencia de usuario única".
Sobre la polémica de los repartidores, Just Eat saca pecho: "Nosotros no nos la vamos a jugar empujando la ley hasta su límite, nuestros repartidores son dados de alta en la Seguridad Social", concluye Bergareche.