El segmento de empresas “salva” a Orange en un complicado primer trimestre comercial
La guerra del bajo coste estanca los ingresos de la operadora que se aferra a la facturación mayorista.
28 mayo, 2019 02:13Noticias relacionadas
Orange España fue la primera de las operadoras locales que publicó resultados trimestrales hace casi un mes. La compañía mostró un crecimiento mínimo de sus ingresos justifícandolo por la dura guerra comercial y del bajo coste que contagió a todo el sector y que ha generado cierta inquietud en las telecos españolas.
En el caso de Orange, la facturación llegó a los 1.318 millones de euros entre enero y marzo con una mejora del 0,4%, que no podría haber sido posible sin el tirón del segmento empresas, que un trimestre más volvió a demostrar su pujanza siendo el único en el que todavía se puede lograr crecimiento orgánico.
Los números indican que los ingresos por servicios (los residenciales) llegaron a los 953 millones de euros, lo que supone un leve crecimiento del 0,7% si se comparan con el primer trimestre del año pasado. No obstante, en esta cifra hay una de cal y otra de arena: mientras que los ingresos por paquetes convergentes llegaron a los 530 millones, un 1,2% más en términos comparables, la facturación por el negocio móvil llegó a los 296 millones de euros, esto es una caída del 1,4%.
30 millones "extra" en el trimestre
Si a esto le sumamos que la venta de equipos llegó a los 155 millones, una caída del 17,1%, la diferencia que ha marcado la línea entre el descenso de ingresos y un mínimo crecimiento fue el desempeño del segmento mayorista que llegó a los 210 millones, disparándose un 18%.
Hablamos de 30 millones más de facturación en los clientes del segmento empresas que de no haberse producido podrían haber dejado los ingresos totales en 1.288 millones, lo que hubiese significado un retroceso del 1,2%.
Visto de otra manera, los ingresos mayoristas han pasado de representar un 13,7% de los ingresos totales en el primer trimestre del año pasado hasta el 15,9% de los primeros tres meses de 2019. Y en Orange lo saben. De hecho, la valoración de los comerciales de este segmento dentro de la compañía va en alza y a ellos se les atribuyen en buena parte este impulso “extra” a los ingresos en un contexto comercial complicado.
Es un hecho que el segmento residencial en el mercado de las telecos está estancado y que cada vez es más difícil arrebatar clientes a la competencia, sin frenar una sangría hacia otros operadores y segmentos. Durante el primer trimestre de este año, Orange redujo sus clientes convergentes hasta los 3.082.000, desde los 3.138.000, 56.000 menos en la comparativa interanual.
Datos de portabilidad de abril
Del mismo modo, los clientes de banda ancha también se redujeron desde los 4.139.000 hasta los 4.133.000, aunque en fibra se dispararon hasta rozar los tres millones: 2.997.000 frente a los 2.428.000 del primer trimestre del año pasado.
Por su parte, considerando los datos de portabilidad de abril de Orange, junto a todas sus marcas, se dejó 26.700 líneas móviles que se comparan con las 42.000 que se dejaron en marzo y por encima de las 23.300 de abril de 2018. En cuanto a portabilidades de internet, Orange perdió 16.000 contra las 9.000 del mes anterior y las 4.000 que ganó hace un año.
Por el contrario, el segmento de empresas no para de crecer, tanto en facturación, pero también en clientes. En el caso de Orange, y a diferencia de su segmento residencial, en mayorista logra ganar clientes a dos dígitos los últimos trimestres. Es verdad que el peso sigue siendo menor, pero es un segmento en alza en el que Orange tiene puestas buena parte de las esperanzas de crecimiento durante este año.