Mutua, Ferrovial y Renfe se preparan para la guerra de las plataformas de movilidad urbana
El aumento de servicios de movilidad ha lanzado la carrera por aunarlos en una sola app
4 junio, 2019 02:26Noticias relacionadas
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El sector de la movilidad urbana está sumida en el mayor cambio de modelo de negocio de toda su historia. Los habitantes de ciudades como Madrid han visto como, durante los últimos años, las opciones para desplazarse por la urbe se han disparado gracias a la llegada de los servicios de VTC, de coches y motos compartidas, bicis públicas y privadas o patinetes eléctricos.
Esta nueva generación de servicios de movilidad, sumados a las cada vez más comunes restricciones de tráfico, han popularizado estas nuevas opciones pero, a la vez, han traído nuevos problemas a los usuarios: Para tener acceso a toda la oferta de servicios necesitan tener descargadas multitud de aplicaciones. Una opción que no es sostenible en el tiempo.
La atomización actual de toda esta oferta ha lanzado la carrera por crear la plataforma que sea capaz de aunar el mayor número de estos servicios en su interior. Una gran oportunidad de negocio en la que gigantes como Ferrovial, Mutua Madrileña o Renfe quieren tener un papel importante. Y promete ser una guerra muy disputada.
Ferrovial cuenta con su plataforma Wondo, Mutua Madrileña ha entrado en el accionariado de Chipi y Renfe por su parte está trabajando en su propia plataforma que pretende tener lista en 2020. Cada compañía tiene una aproximación y un expertise propio desde el que quieren seducir al mayor número de servicios posibles para que entren en su plataforma. Cuanto mayor sea el portfolio de servicios más capacidad tendrán captar usuarios finales.
El valor de los datos
En esta primera etapa de estas plataformas el gran aliciente son los datos que generan los servicios de movilidad. Cuantos más servicios estén integrados, más información valiosa pueden conseguir las plataformas. Las oportunidades gracias a esta información son interminables y van desde el análisis en tiempo real de lo que está pasando en las ciudades hasta la posibilidad de predecir tendencias con el paso del tiempo.
Esa información cruzada con datos de otros sectores puede generar importantes ventajas competitivas. Esto hace que, cada vez que un servicio negocia entrar en una plataforma, este punto sea clave. La valoración de quién se queda con los datos o, por cuánto tiempo los puede usar son algunos de los detalles que este tipo de empresas están poniendo sobre la mesa en cada acuerdo.
Una cuestión que es totalmente bidireccional. Tanto los dueños de las plataformas intentan quedarse con los datos como los responsables de los servicios de movilidad aprietan por tener acceso a la información que generan los otros participantes en cada una de las plataformas. Un modelo que está en pleno desarrollo y que, desde el sector, siempre se ha defendido que debe de ser lo más abierto posible. La realidad actual es menos idealista.
Desde los departamentos de innovación abierta de los distintos participantes se argumenta que una plataforma de datos libres generaría más beneficio para todos los involucrados que plataformas que dominen en exclusiva esta información. Un principio teórico que aún está lejos de llegar a la práctica debido al gran cambio conceptual que esto supone para los modelos tradicionales.
Un solo billete para todos los viajes
De cara al usuario este tipo de plataformas buscan otro punto igual de novedoso respecto al modelo actual: que un viajero compre un billete que incluya todos los transportes que vaya a contratar y que pague una sola vez. De esta manera, los usuarios serían capaces de crear los viajes que más se adaptaran a sus necesidades ya fuera por precio o por tiempo.
Un billete que podría incluir un viaje en patinete entre la casa del usuario y la estación de ferrocarril más cercana y el viaje en Cercanías hasta una hipotética reunión y que, a la vuelta, le permitiera optar por un taxi o VTC. Todo desde una sola app y realizando un solo pago.
Aunque aún estamos lejos de este objetivo, distintas evoluciones tecnológicas y de modelos de negocio están abriendo la puerta a estas nuevas opciones para los usuarios. Entre ellos destacan dos tendencias: la servitización y la plataformización.
La primera de ellas tiene que ver con la transformación de modelos de negocio basados en la venta de productos a la comercialización de servicios. El ejemplo más claro lo encontramos en los coches. Antes un vehículo era un producto que un usuario compraba y disfrutaba hasta que decidía dejar de usarlo o venderlo. Ahora el coche se está convirtiendo en un servicio por el que el usuario paga sólo el tiempo que lo utiliza.
La plataformización tiene mucho que ver con el fenómeno anterior. Además de la transformación de productos en servicios, la digitalización está permitiendo que esos servicios permitan conectase a plataformas o a otros servicios vía apis. Algo que también está pasando en el mundo de las finanzas o de la salud, en el campo de la movilidad está permitiendo que los distintos servicios cuenten con su propia plataforma y, además, esta plataforma se comunique con otras.
En este contexto, durante los próximos años vamos a ver cómo además de empresas como Ferrovial, Mutua o Renfe los gigantes tecnológicos van a jugar un papel muy importante en la revolución de la movilidad. Un cambio que será uno de los que más directamente afectará al día a día de los ciudadanos.