El sector de las compañías de construcción tradicionales fue uno de los más golpeados durante la crisis económica que estalló en 2008. En concreto en España, el sector en su conjunto tuvo que realizar un gran esfuerzo sin precedentes en dos direcciones: la diversificación y la internacionalización.
En este proceso Sacyr configuró su estructura en cuatro líneas de negocio: ingeniería e infraestructuras, servicios, industrial y concesiones. Con el paso de los años esta última división se ha ido convirtiendo en el pilar fundamental del negocio de la compañía, una apuesta que la empresa está redoblando de cara al futuro.
De hecho, si se analizan los últimos resultados trimestrales presentados por Sacyr el peso del negocio de concesiones es vital para la empresa. En los tres primeros meses del año el Ebitda de Sacyr llegó a los 143 millones. De esta cantidad el 77% procedente de activos concesionales distribuidos, a su vez, en las cuatro áreas de negocio: concesiones de infraestructuras de transporte, plantas de tratamiento de residuos, plantas de tratamientos de agua y plantas energéticas.
La importancia de esta división se ha visto reflejada en el encuentro con inversores y analistas en el que los directivos de Sacyr explicaron el desarrollo de la actividad de la división y las líneas estratégicas de la compañía para los próximos años.
Actualmente, la cartera de proyectos de Sacyr Concesiones tiene un valor de 1.800 millones de euros a 31 de diciembre de 2019, según los cálculos hechos públicos por la empresa.
Activos valorados en 2.700 millones en 2031
El valor máximo de los activos actuales superará los 2.700 millones de euros en 2031. Los cinco mayores activos de la compañía son Pedemonta (Italia), AVO I (Chile), Rumichaca Pasto (Colombia), Guadalcesa (España) y Pamplona-Cúcuta (Colombia) y representan el 68% de la valoración, es decir, 1.210 millones de euros.
La división de concesiones de Sacyr ocupa actualmente el séptimo puesto del mundo según el ránking de concesionarios de infraestructuras de transporte que elabora la revista Public Works Financing. Es, además, la cuarta desarrolladora de proyectos greenfield, categoría por la que se conoce a aquellos que son realizados desde cero, o aquellos existentes que se cambian en su totalidad.
La filial cuenta con presencia en 10 países de Europa y América Latina y tiene 44 activos en cartera. La inversión gestionada es de 12.796 millones de euros y la cartera de ingresos futuros alcanza ya los 28.348 millones.
Sacyr Concesiones cuenta con una cartera de activos con presencia en los sectores de las autopistas, hospitales, ferrocarril y aeropuertos. La cartera de activos de la compañía es relativamente joven y tiene una vida remanente de 27 años. Un tercio de los activos, un total de 14, se encuentra aún en fase de construcción.
A lo largo de su jornada con inversores, Sacyr Concesiones detalló las líneas de acción que le han permitido más que duplicar su cartera de ingresos futuros entre 2015 y 2019 y pasar de 13.339 millones de euros a los actuales 28.348 millones.
Integración vertical
Estas líneas estratégicas se apoyan en tres ejes: integración vertical, que le permite obtener valor de todas las etapas de la vida de una concesión; optimización de la estrategia financiera, y rotación de activos.
Sacyr cuenta entre sus fortalezas su capacidad para participar en todas las etapas de la puesta en marcha y explotación de una infraestructura. Desde la concepción del proyecto: análisis del mercado, licitación, construcción, operación, estrategia financiera y rotación de activos.
Un modelo que está reportando grandes alegrías a la empresa. En los últimos tres años Sacyr ha conseguido adjudicarse seis proyectos en Colombia, Chile y México y dos en Paraguay y Uruguay, con una valoración total de 2.802 millones de euros.
Además de lo importante de la suma de dinero, estas cifras encierran otro dato muy celebrado dentro de los despachos de la compañía: consiguió una tasa de éxito del 36% de los proyectos a los que se presentó.
En la actualidad, la cartera de potenciales proyectos identificados en todo el mundo alcanza los 55.522 millones de euros. Entre los que destacan autopistas, ferrocarriles, aeropuertos y otras infraestructuras sociales. A este listado de concesiones más tradicionales, la compañía quiere añadir de cara al futuro proyectos potenciales en nuevas áreas, como energía y gestión de agua o de residuos.
Un suculento pastel en el que la compañía espera mantener sus porcentajes de éxito para apuntalar el futuro de la empresa. Unos próximos años en el que cada vez será más correcto referirse a Sacyr como concesionaria en lugar de constructora.
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