La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que le sorprendieron las críticas del presidente de Repsol, Antonio Brufau, a la excesiva ambición del Gobierno en la lucha contra el cambio climático, porque le tomaba por un "hombre moderno" que entendía los tiempos.
Ribera, en una entrevista en Radio Nacional, ha señalado que le sorprende que el presidente de Repsol centrara en la última Junta de Accionistas de la petroquímica el debate en mantener una línea estratégica de ser líderes en exploración y explotación de hidrocarburos en los próximos cincuenta años, cuando "la pregunta es cómo ser líderes en un sector, el energético, que es fundamental para el desarrollo, pero que está en plena transformación".
La ministra ha indicado que, actualmente, hay muchas cosas que están en proceso de cambio "y negar esa realidad me parece que no es lo más inteligente", sino que lo inteligente es pensar cuáles son las demandas de los clientes y de los conciudadanos.
Ribera ha señalado que lo que hay que ver es cómo se orienta la estrategia empresarial al nuevo modelo de producción y consumo, a "la realidad que se está imponiendo a escala global", y ha añadido que "España haría mal en descuidarse en perder ese tren".
Preguntada por qué en el último mes en España hayan aumentado las ventas de vehículos que emiten dióxido de carbono (CO2) y hayan caído las de los menos contaminantes, la ministra ha señalado que las mejoras tecnológicas están coincidiendo con un cambio en los patrones culturales y la ocupación del espacio público, y "quizá estamos en ese momento en que se produce dudas" respecto a qué tipo de coche comprar o si se quiere tener coche o no.
En cuanto a la subida impositiva al diesel que el Gobierno introdujo en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que no fue aprobado, Ribera ha dicho que era bastante proporcionada, pues iba acompañada de exenciones y facilidades para usos profesionales, y ha señalado que cualquier futuro gobierno tendrá que ponerse a trabajar para que la fiscalidad ofrezca señales adecuadas y acabe la desproporción entre la fiscalidad del diesel y la gasolina.