La intención de compra de International Airlines Group (IAG) de 200 aviones Boeing 737 MAX ha sido uno de los asuntos más debatidos este jueves en la Junta General de Accionistas 2019. El grupo defiende que esta decisión es la más conveniente y que estos aviones son “los más adecuados en estos momentos”. Sin embargo, la decisión ha causado revuelo.
En concreto, estos recriminaron al grupo que se compren unos aviones que han presentado fallos y que tienen prohibido volar hasta nuevo aviso. Y es que una parte de ellos consideran que esta decisión es toda “una temeridad”.
La cúpula de IAG, por su parte, se ha mostrado descontenta con las acusaciones de los accionistas, a las que su presidente, Antonio Vázquez, respondió de forma tajante y en tono de enfado: "Me resulta curioso que algunos accionistas en la junta anterior nos criticaron por no comprar aviones y hoy lo hacen por todo lo contrario”.
Vázquez confía plenamente en este modelo de aviones. Tanto es así que los ha catalogado como “los más adecuados y los más convenientes en estos momentos” y que se adquieren “en las mejores condiciones posibles” que se puede hacer.
Unas afirmaciones que ha respaldado el consejero delegado del grupo, Willie Walsh, al mencionar que estas aeronaves realizarán "un exitoso retorno al servicio en los próximos meses" y serán "una gran adición para nuestra flota".
El grupo está trabajando para “tener la mejor flota posible, para dar el mejor servicio, y para que sea el grupo más eficiente operativamente”, afirma Vázquez. Con tal motivo, se ha dirigido a los accionistas alegando que estas decisiones se toman siempre en el momento más adecuado y en función de los intereses de los accionistas y clientes. Y con esto, ha dado por zanjado el asunto.
Una profunda transformación
Estos aviones serán operados por tres de las aerolíneas del grupo – Vueling, Level y British Airways- en el aeropuerto de Gatwick, en Londres.
Hasta el momento, tanto British Airways como Vueling operaban los modelos A320 de Airbus en sus rutas de corto radio. Ahora, optar por los 737 MAX de Boeing supondrá una profunda transformación porque sus pilotos de flotas de corto radio están preparados para pilotar los modelos del europeo.
Y es que para pilotar un Boeing y un Airbus se requieren licencias distintas. La apuesta de IAG por Boeing va a suponer que las aerolíneas tengan que formar a los pilotos para certificarlos para este avión y contratar a otros con capacidades para pilotar las nuevas aeronaves.
En cambio, la decisión sí ha sido recibida con alegría por parte de los actuales clientes del 737 MAX. Que un grupo externo apoye un modelo que ahora mismo tiene prohibido volar con un pedido tan importante supone un gran apoyo para las aerolíneas que están sufriendo el impacto económico tanto por no operar los aviones que ya tenían, como de no poder incorporar los que esperaban de cara a este verano
Willie Walsh, el artífice del pedido
El acuerdo de compra ha tenido la implicación total del consejero delegado de IAG, Willie Walsh. Según ha contado este ex piloto de la familia 737 durante la rueda de prensa de este martes en la que se ha anunciado la decisión, fue invitado por Boeing para probar en el simulador la nueva versión del 737 MAX, que cuenta con las modificaciones incluidas por el fabricante estadounidense para eliminar los problemas del software que estuvieron involucrados en los accidentes del avión.
De esta forma, IAG está convencido de que ha realizado la mejor compra y en el mejor momento. Confía plenamente en la nueva versión del 737 MAX de Boeing y seguirá adelante con su propuesta. Y es que, como ha afirmado Vázquez, “la compra de aviones es un sí o sí en esta compañía”.