España no consigue dar con la tecla del coche eléctrico. Pese a los planes de ayuda a su compra o a las restricciones de tráfico cada vez más comunes para los coches propulsados por combustibles fósiles, las ventas de automóviles eléctricos en España sólo llegan al 1,28% del total.
Según las cifras de la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas (Aniacam), durante el pasado mes de junio en España se vendieron 1.810 vehículos de esta categoría. Una cifra que desciende hasta los 1.351 unidades si se consideran sólo los eléctricos puros.
Un porcentaje que se da en medio de un año en el que este tipo de coches está consiguiendo sus mejores cifras. Pese a ello, el peso del coche eléctrico frente al total de las ventas está en cotas mucho más bajas que otros países europeos.
Sin ir más lejos, en Portugal los vehículos impulsados por electricidad suponen un 3,44% del total de los vendidos en el país. Una circunstancia que se repite en más de una decena de países donde este tipo de coches tienen un peso mucho mayor en las ventas.
Situándolos de menor a mayor porcentaje, según datos de la asociación europea de fabricantes de coches (ACEA), Irlanda es el país que más cerca está de España con un 1,57%, seguida de Alemania (1,97%), Francia (2,10%), Dinamarca (2,14%), Bélgica (2,43%), Reino Unido (2,53%), Austria (2,54%), Suiza (3,18%), Finlandia (4,74%), Holanda (6,69%), Suecia (8,01%), Islandia (19,14%) y Noruega con un 49,14%.
Correlación con la renta per cápita
Un informe publicado por la ACEA durante el pasado Salón Internacional del Automóvil de Barcelona compara el producto interior bruto de los países comunitarios con las ventas de coches eléctricos registradas durante el pasado año. Este estudio muestra una correlación entre ambas cuestiones: a más poder adquisitivo más ventas de eléctricos.
Según este informe los países donde se han producido unas mayores ventas de vehículos, por encima del 3,5% del total, superan los 42.000 euros de renta per capita. Mientras que en los países con rentas más cercanas a la media europea, 30.600 euros, el nivel de ventas de coches eléctricos no supera el 2%. España se encuentra en el vagón de cola de este grupo con países como Italia, Polonia, Grecia o Rumanía.
Europa se ha marcado reducir las emisiones de los vehículos un 15% en el 2025 y un 30% en el 2030. Algo para lo que será fundamental que aumenten las ventas de coches eléctricos. Aunque aún están lejos de estos objetivos, las matriculaciones de automóviles eléctricos en el conjunto de Europa crecen a buen ritmo. En el primer trimestre de 2019 se situaron en 83.676 unidades, lo que se traduce en un incremento 87,5% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, según datos de ACEA.
Además, el mercado de vehículos impulsados con energías alternativas (GNC, GLP o etanol) empeoró un 7,5% en el cómputo trimestral, con 56.987 unidades. En total, el mercado europeo de vehículos alternativos finalizó el primer trimestre del año con un volumen de 375.959 unidades matriculadas, lo que representa un incremento del 27%.
Mal momento de ventas totales en España
El coche eléctrico ha conseguido copar el 1,28% de las ventas de coches en un mes de junio que cerró con 130.508 unidades vendidas. Una cifra que supone una caída del 8,6 % respecto al mismo periodo del año pasado. En el acumulado de junio de 2018 a junio de 2019 la caída llega al 4,9%.
En el total de las ventas de coches en España el segmento de particulares ha sufrido una contracción del 15% respecto al mismo mes de 2018. Un descenso que, en el caso del canal de empresas llega hasta el 3,9%.
El presidente de Aniacam, Germán López Madrid comenta que las cifras las que nos
ofrecen las matriculaciones del mes de junio "empiezan a ser muy preocupantes. Sobre todo porque ha caído el canal de empresas, que se estaba manteniendo durante todo el año y que el mercado de particulares tiene un desplome espectacular lo que sin duda significa que los concesionarios están pasándolo muy mal".
En un comunicado reciente de la asociación López Madrid hacía una petición al Gobierno. "Aunque esté en funciones, debe de instrumentalizar ayudas para la renovación del parque, porque ya no se puede esperar más. Hay que renovar el parque obsoleto para conseguir una disminución en las emisiones y en la seguridad y hay que hacerlo con los actuales modelos de combustión, porque ni el mercado está preparado para producir vehículos eléctricos de forma inmediata, ni existe todavía la infraestructura para mantenerlos. Si ni se corta esta espiral descendente, entraremos en una crisis de la que luego va a ser muy difícil salir".
En definitiva, en un contexto en el que las ventas de coches se ralentiza ante las dudas y las crecientes restricciones a los coches impulsados por combustibles fósiles, el coche eléctrico no consigue despegar. Un vehículo destinado a jugar un papel fundamental para cumplir los objetivos medioambientales marcados para España y Europa.