En un momento en el que gran parte de la atención se centra en el tráfico para reducir las emisiones en las ciudades, hay otra gran batalla que se juega en los edificios; en concreto, en todo lo que a eficiencia energética se refiere.
Ya en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), enviado por el Gobierno de Sánchez a Bruselas, el Ejecutivo recoge que el fomento de la eficiencia energética en las ciudades ha tenido dos componentes o líneas de actuación principales: los edificios, por un lado, y la movilidad, tanto de pasajeros como de mercancías, por otro.
En concreto, el PNIEC apunta que las actuaciones para la mejora de la eficiencia energética de los edificios se han encuadrado dentro de la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España, que cuenta con diferentes piezas legislativas. De manera adicional, recoge el Gobierno en el PNIEC, la promoción de la cogeneración de alta eficiencia y de las redes urbanas de calefacción y refrigeración, así como medidas de eficiencia energética en la transformación, transporte, distribución y participación en la demanda han formado parte de la estrategia integral de eficiencia energética en las ciudades.
Según sus cálculos, medidas como estas y planes anteriores han contribuido a una mejora de la eficiencia energética, reflejada durante el periodo 2004 a 2016 y cuantificada en un descenso anual de la intensidad energética final del 2%. No obstante, todavía queda mucho recorrido. Primero, por los edificios públicos.
Descarbonizados antes de 2050
En este sentido, Europa marca el paso. La Directiva de Eficiencia Energética establece que los Estados miembros elaborarán y harán público un inventario energético de los edificios con calefacción y/o sistemas de refrigeración que tenga en propiedad la Administración General del Estado. Sobre la base de dicho inventario, los Estados miembros deben renovar anualmente el 3% de la superficie edificada. Asimismo, Europa ha establecido como objetivo una mejora de al menos el 32,5% de la eficiencia energética para 2030 con respecto a los niveles de emisiones de 2007.
Renovación de edificios para la que el Ejecutivo español se marca un objetivo claro: los parques nacionales de edificios residenciales y no residenciales, tanto públicos como privados, serán transformados en parques inmobiliarios con alta eficiencia energética y descarbonizados antes de 2050, "facilitando la transformación económicamente rentable de los edificios existentes en edificios de consumo de energía casi nulo", recoge el PNIEC.
Los objetivos, en concreto, pasan por una mejora de la eficiencia energética (envolvente térmica), a lo largo de la década, de un total de 1,2 millones de viviendas; y una mejora de la eficiencia energética (renovación de instalaciones térmicas de calefacción y ACS) de 300.000 viviendas al año. Pero, ¿cómo?
Una inversión de 40.000 millones
Con estos objetivos sobre la mesa, son cada vez más quienes ven la eficiencia energética un sector atractivo. España calcula que las inversiones para alcanzar los objetivos superan los 40.000 millones de euros en los próximos diez años.
Mercado hay. Un estudio de Greenward Partners, empresa especializada en financiar proyectos de mejora de eficiencia energética en todo tipo de edificios, cuatro de cada cinco edificios en España son ineficientes desde el punto de vista de la calificación energética, y más de la mitad de las viviendas es anterior a 1980.
La eficiencia energética en edificios, recuerda esta compañía, se genera mediante la instalación o modificación de mejoras permanentes en el inmueble que sirvan para reducir el consumo o la demanda de energía. Esto incluye, claro, equipos o dispositivos del lado del propietario que usen tecnología energética y/o fuentes renovables para generar o almacenar electricidad, aportar energía térmica, regular la temperatura o servir de aislamiento.