Eddie Wilson, el "déspota y tramposo" CEO Ryanair que se ha ganado el odio de sus trabajadores
La empresa dice que es una persona sencilla, pero los trabajadores y los sindicatos tienen malas opiniones sobre él.
8 septiembre, 2019 02:16Noticias relacionadas
Tramposo, charlatán, de comportamiento impresentable ante la autoridad laboral y déspota. Así describen algunos de los trabajadores de Ryanair a su nuevo CEO, Eddie Wilson. En los 22 años que lleva en la empresa, el que hasta el 1 de septiembre era director de Recursos Humanos se ha ganado el apoyo de sus superiores (como Michael O'Leary) y el desprecio de aquellos que están por debajo de él.
Con su cultura laboral, a la que tachan de anticuada, déspota y de amenazas constantes, se ha ganado el odio de una parte importante de su plantilla. Dicen de él que es un prepotente que está acostumbrado a que nadie le lleve la contraria, una actuación con la que, según cuentan los que han tratado con él, "consigue lo que quiere".
Wilson "está acostumbrado a aplastar a la gente como cucarachas", responde uno de los trabajadores. Al principio, su discurso es suave, pero conforme avanza, "va cogiendo tono imperativo", argumenta otro de ellos. Tanto que "cree que está por encima del director general de trabajo".
Su firmeza, según han manifestado a este diario personas que han tratado en algún momento con él, le llevó a decir frases como "esta es mi propuesta y me tengo que ir a Dublín, así que o la tomáis o la dejáis. Y si la dejáis, volveremos a empezar de cero el día que yo os diga"; o "o lo haces, o te despido".
Según dicen, ha sido O'Leary, su valedor, quien ha promovido su ascenso ya que es "la persona a la que tenía de mamporrero en Recursos Humanos".
Wilson fue nombrado Director de Recursos Humanos de Ryanair en diciembre de 2002, después de cinco años como jefe de personal, puesto que ocupó a su llegada a la empresa en 1997.
Ideas anticuadas
Cuentan de él que está anticuado respecto a la forma de trabajar, de tratar a sus empleados y que "no entiende la nueva realidad en la que está la empresa, puesto que ya hay sindicatos", explica uno de los trabajadores.
Otro de ellos, por su parte, ha contado a este diario que en cuatro reuniones que han mantenido con la dirección general de trabajo, después de medio apalabrar algún compromiso delante del director general de trabajo, este y los abogados llamaron a Wilson. Asegura que los gritos que les pegaba a estos desde el otro lado de la pantalla se escuchaban en la otra punta del edificio.
Curiosamente, cuando volvían de hacer la llamada, esas mismas personas que antes estaban de acuerdo en algunos puntos, de repente dejaron de estarlo y se negaron a todo.
Desconocimiento de la ley
Otro asunto que los trabajadores de la empresa critican sobre el nuevo CEO es su desconocimiento de la ley española. Según ha explicado otros de los trabajadores a este diario, "no conoce ni le importa la legislación de este país".
Para ello se basa en su actuación en las épocas de huelga, en las que ha llegado a limitar los derechos de los trabajadores al preguntar cosas sobre los paros, cuestión por la que se le ha abierto una demanda penal.
El nombramiento
Pero la dirección de Ryanair está contenta con él y su versión poco tiene que ver con la de los trabajadores. En la carta que envió Michael O'Leary para anunciar el nuevo puesto de Eddie Wilson, lo define como una persona sencilla que ha visto aumentar su número de pasajeros y que ha hecho una gran contribución a ese crecimiento "sin perder su acento sureño y su encanto juvenil".
Y así se muestra en el vídeo que ha enviado a sus tripulantes de cabina en España para tratar de parar la huelga programada para 10 días de este mes, aunque sus palabras no dicen lo mismo. En él argumenta que esta huelga "solo empeora las cosas" y advierte de un posible adelanto de los cierres de estas bases debido a los paros.
"Si las huelgas continúan, como se amenaza, se arriesgan a adelantar el cierre de bases y eso no es lo que tú quieres ni lo que Ryanair quiere", afirma el directivo en el vídeo.
A pesar de esa buena opinión por parte de la dirección de la empresa, los trabajadores consideran que la prepotencia y el egoísmo de Wilson han hecho bueno a Michael O'Leary porque, según dicen, es peor que su predecesor. Por eso confían en que sean los accionistas quienes lo aparten de su puesto, cuando vean que no están ganando todo el dinero que debería, y pongan a dirigir la empresa a alguien que entienda su nueva realidad.