Pese a que España recibió en julio un 1,3% menos de turistas internacionales que en 2018 y que es el segundo mes del año que registra un comportamiento negativo, el turismo no está en crisis. Canarias y Baleares son las regiones a las que más ha afectado este descenso, pero las demás zonas gozan de buena salud.
El interior, las ciudades vacacionales de la costa y el turismo de negocios, pasan por un buen momento, expone a este periódico el presidente de la Asociación de Periodistas de Turismo y Economía, Domenec Biosca.
Empecemos por el último de los nombrados, el turismo de negocios. Biosca manifiesta que "está mejor que nunca, batiendo récords este año" gracias a la buena oferta hotelera e infraestructuras de ciudades como Madrid, Málaga, Barcelona y Sevilla.
Muestra de ello es que, según se desprende de un estudio elaborado por CWT M&E, la industria del turismo de reuniones y eventos crecerá un 10% en nuestro país durante 2020, a pesar de que Barcelona ha caído dos puestos en el ranking de los principales destinos. Además, el crecimiento español está por encima de la media global, que para el próximo año es del 8%.
Este aumento, a pesar de la caída de Barcelona, se sustenta por el crecimiento que se está registrando en otras regiones, como Madrid y Sevilla, que se están configurando como destinos promesas para este segmento del turismo el próximo año.
Turismo vacacional
Por otro lado, el comportamiento del turismo vacacional en España, aunque la llegada de visitantes internacionales cayó en julio en algunas comunidades, ha sido "mejor de lo que se pensaba", afirma Biosaca. Esto se debe a que España es de los pocos países de Europa y del mundo en el que se pueden encontrar ciudades turísticas con buenas playas.
La ciudad de Málaga ha registrado el mejor mes de julio de la última década con más de 274.000 pernoctaciones y la provincia ha recibido 4,3 millones de viajeros, un 6,4 y un 6,3% más que en julio del año pasado, según los datos del ayuntamiento.
Lo mismo ha ocurrido con Barcelona. Fuentes municipales apuntan que la ciudad ha contabilizado 825.000 viajeros, un 5% más que en el mismo mes del año anterior.
En Valencia, por su parte, los datos aportados por el INE en la Encuesta de Movimientos Turísticos de Frontera (Frontur) ha sido positivos ya que la comunidad ha recibido un 10,2% más de turistas, hasta los 1,2 millones de visitantes.
El interior, en buen momento
España también destaca, cada vez más, por el turismo de interior, que actualmente goza de buena salud. Madrid, la principal comunidad de interior, ha registrado cerca de 627.000 turistas internacionales en el séptimo mes del año, un 1,2% más que en 2018.
Y es que, como argumenta Biosca, el turismo de interior "está en un buen momento" debido a que los destinos "se han reformado, hay buena gastronomía y porque han invertido en ocio".
Las que sufren
La buena racha que viven las anteriores zonas contrasta con la que se viven en las que durante años han sido las más turísticas, Canarias y Baleares, que siguen en la cima aunque con menor ritmo de llegadas respecto al año anterior.
Según comenta Biosca a este diario, los destinos que no están pasando por su mejor momento son aquellos que dependen del avión, de los touroperadores y de la estacionalidad. A ello cabe añadir el Brexit, la desaceleración de algunas economías europeas y lo que algunos denominan como vergüenza a volar, problemas que se viven en los países de los principales mercados emisores de las islas.
Eso ha llevado a que Canarias haya sido la región en la que más ha caído la llegada de turistas, con un 5,06% menos (tanto nacionales como internacionales) según el Instituto Canario de Estadística.
Sin embargo, tanto Canarias como Baleares trabajan para superar la mala racha que están viviendo. ¿Cómo? "Se están orientando hacia la diversificación de canales, de productos, de segmento de clientes y de mercados emisores" para paliar los efectos negativos, explica Biosca.
Y así será. España "lo tiene todo" para ser un referente turístico, añade. "Tenemos ciudades que tienen ocio, congresos, calles, comercios, gastronomía y algunas playas y clima. Lo único que falta es darnos cuenta de que lo que ayer nos daba éxito, hoy no, y necesitamos otra cosa".
Esa otra cosa pasa por prestar un mejor servicio y una mejor experiencia porque el turista "ya no quiere estar de vacaciones", sino que quiere "ser turista y explicarlo", vivir la vida de la ciudad, probar la gastronomía más típica y de la mejor calidad y que los hoteles les presten la mejor atención para hacerles sentir como verdaderos reyes. Que les mimen. Además, el mejor dato que demuestra que el sector no está en crisis es que el gasto de los turistas en julio aumentó un 3,3%.