Las operadoras de telecomunicaciones llevan varios años pidiendo al Gobierno un trato fiscal igualitario con respecto a las grandes empresas tecnológicas internacionales ya que consideran que comparten el mismo mercado, pero que al no tener las mismas regulaciones compiten con ventajas. Una batalla perdida según reflejan las recientes cuentas de las propias compañías.
Vodafone ha sido la última operadora de telecomunicaciones en presentar su Informe Integrado en el que recoge sus cuentas y el aporte que realiza a la economía española. Según este documento, la compañía británica pagó 197 millones de euros entre tasas e impuestos en España en su año fiscal, comprendido entre abril de 2018 y marzo de 2019.
Si a esta cifra le sumamos los impuestos soportados de Telefónica en 2018 (743 millones) -recogidos en su Informe Integrado de Gestión- y los de Orange (259 millones) -contenidos en su Informe Progreso 2018-, la contribución de las tres principales compañías de telecomunicaciones de España llegó a los 1.199 millones de euros.
Un dato que contrasta claramente con los 23 millones que pagan a Estado español las grandes tecnológicas. Según sus últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil -algunas de 2017 y otras de 2018- Google, Amazon, Facebook y Apple pagaron 23 millones de euros. A este montante se suman otros 133.000 euros que pagó Twitter en su año fiscal 2017, el último enviado al registro español.
No pagan tasas
En el detalle, la tech que más pagó fue Apple con 10,1 millones para sus dos sociedades activas en España y Google con 9,1 millones de euros. Por su parte, Amazon abonó a la Hacienda española 3,7 millones en sus cuatro sociedades inscritas en nuestro país en 2018 y Facebook abonó solo 266.000 euros en 2017, el último disponible en el Registro Mercantil.
Los datos de las tecnológicas solo incluyen impuesto de sociedades, ya que a diferencia de las operadoras de telecomunicaciones no pagan tasas locales, ni espectro radioeléctrico, ni tasa RTVE. Otro factor que reduce su factura fiscal son sus complejas estructuras fiscales para facturar sus ingresos en España a través de otros países donde el trato fiscal es mucho más favorable.
Desde las operadoras de telecomunicaciones se ha pedido en muchas ocasiones reducir su carga fiscal -en especial los tributos locales y la tasa RTVE, o en su defecto equiparar las condiciones con las grandes tecnológicas. En privado, las empresas españolas critican las estructuras fiscales de estas empresas y la manera en que reducen sus ingresos facturando a través de empresas de servicios.
Por ejemplo, Appel mantiene Apple Retail para la venta de dispositivos y Apple Marketing para facturar a su matriz todos los ingresos que no tienen que ver con la venta física. Lo mismo que Amazon que mantiene su sociedad principal Amazon Spain Fulfillment con la que gestiona sus centros logísticos y Amazon Spain Services para canalizar su actividad de servicios.
El 2,3% de sus ingresos
Twitter, Google y Facebook directamente incluyen todos sus ingresos en sus sociedades que facturan como proveedor de una compañía constituida en el extranjero -generalmente Países Bajos- donde hay una menor carga fiscal.
Frente a esta situación, las tecnológicas se defienden indicando que sus facturaciones son más reducidas. En efecto, las tres telecos ingresaron 22.743 millones en 2018, por los casi 1.000 millones que han facturado las tech, aunque el porcentaje dedicado a impuestos y tasas sigue siendo inferior.
Los impuestos pagados por estas tres telecos representan el 4,9% de sus ingresos brutos totales en España, mientras que las grandes tecnológicas pagan el equivalente al 2,3% de sus ingresos en nuestro país, menos de la mitad del porcentaje de las operadoras.
Impacto de Tasa Google
¿La solución es la tasa de servicios digitales? Precisamente para resolver en parte esta inequidad entre los dos sectores, el Gobierno de Pedro Sánchez lanzó este nuevo impuesto -paralizado otras vez por las nuevas elecciones del 10-N-.
El objetivo es recaudar unos 1.200 millones de euros anuales tras gravar con un 3% “los servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario”.
Lo paradójico es que este impuesto, que originalmente tenía un efecto corrector, se dio vuelta en contra de las telecos, tras conocerse que también quería recaudar 100 millones de euros entre estas compañías.
Entre estas operadoras siempre se ha dicho que el espíritu de la ley es el correcto, pero que su aplicación se ha hecho con un mero afán recaudatorio. De hecho, enviaron duras alegaciones al proyecto, antes de que fuese paralizado por el calendario electoral.