La Xunta de Galicia señala al Ministerio, éstos miran a la compañía, y Endesa pide tiempo. Es el resumen de una situación que ha desatado los nervios en la localidad coruñesa de As Pontes, donde Endesa tiene una central de carbón, tras el anuncio de la eléctrica el pasado viernes de paralizarla, algo que se ha entendido como un anticipo del cierre.
En esta situación no está solo la central de As Pontes, sino que la decisión de paralizar también le ha llegado a la de Litoral (Almería). No obstante, la situación en As Pontes urge de una solución inmediata, sin esperar a un anuncio o una fecha de cierre. Los transportistas de carbón llevan movilizados desde el comienzo de la semana, y el martes una caravana de vehículos se trasladó de As Pontes a A Coruña para protestar contra un posible cierre.
Nervios a flor de piel mientras este miércoles en Madrid, se reunían la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; responsables de Endesa; el alcalde de la localidad, Valentín García; el conselleiro de Economía, Empleo e Industria de la Xunta de Galicia, Francisco Conde; representantes de los trabajadores y del colectivo de transportistas.
Una reunión convocada por el Ministerio para conocer "de primera mano" los planes de la compañía para la central, y estudiar con todos los implicados los posibles escenarios de futuro. No obstante, de esa reunión nadie salió demasiado contento.
La Xunta responsabiliza al Ministerio...
La Xunta acusa directamente al Gobierno, señalando que, "lamentablemente", no tiene ninguna propuesta ni medida concreta. Algo que en el Ministerio que preside Ribera no ha sentado demasiado bien. "Lo que no puede ser es que la Xunta no tenga ningún papel, hay que ponerse a trabajar y cada administración en sus competencias", apuntan fuentes del Ministerio.
Reconocen desde el Gobierno, no obstante, que el tiempo es muy ajustado, sobre todo en el caso de los transportistas. Y Ribera pasa aquí el balón a Ábalos. El Ministerio de Fomento, junto con la colaboración de la Xunta, les comunicará de manera "inmediata" una solución. Esa es la promesa del Gobierno. Si no lo hacen a tiempo, seguirá adelante la huelga general planteada para el 16 de octubre.
Promesas que, a representantes de los trabajadores consultados por este periódico, les suenan a "lenguaje de campaña". A ellos el Gobierno les ha transmitido que entienden la preocupación por el empleo, y que van a poner sus herramientas a disposición de la causa.
...y el Ministerio mira a Endesa
Mientras, Endesa, quien ha anunciado la paralización de la central, pide tiempo. La eléctrica que dirige José Bogas asegura que está estudiando qué se puede hacer, buscando otros modos de generar electricidad y mitigar el impacto de su decisión en la zona.
Los representantes de los trabajadores ponen la vista en Andorra (Teruel), donde ya se ha solicitado el cierre de la central, que suponía el 70% del PIB de la comarca. Aunque reconocen que aún no tienen los cálculos hechos, prevén que el impacto del carbón en As Pontes es de una importancia similar.
Una situación explosiva para el Gobierno en plena precampaña electoral que podría enquistarse de no ser resuelta pronto. Este jueves, Ribera mantendrá una reunión sobre la central térmica Litoral de Almería con Endesa a la que también asistirán el consejero de Hacienda Industria y Energía de la Junta de Andalucía, Juan Bravo Baena; el alcalde de Carboneras, José Luis Amérigo Fernández y representantes de los trabajadores. Un primer contacto con un problema que promete crecer en tamaño.