La transición verde de Endesa en España empieza a tomar forma. Tras la sorpresa por el adelanto de su plan de descarbonización en la Península, la eléctrica ultima un nuevo Plan Estratégico que supondrá la inversión de unos 1.000 millones de euros anuales de aquí a 2030 que se destinarán exclusivamente a reforzar su mix de renovables.
El plan incluye guiños a las zonas afectadas por la paralización de la actividad de las centrales de carbón, ya que la compañía repartirá una inversión de unos 4.700 millones de euros entre Andalucía y Galicia, las dos últimas comunidades autónomas perjudicadas por su proceso de descarbonización.
La eléctrica que dirige José Bogas pretende que estas inversiones estén centradas, sobre todo, en el desarrollo de renovables en diversas comunidades de España. No obstante, con el fin del carbón como telón de fondo, Endesa tiene previsto poner cifras a los planes de Litoral y As Pontes.
En el caso de Andalucía, la eléctrica prevé invertir más de 3.200 millones de euros, según ha podido saber este periódico. De estos, más de la mitad, 1.800 millones estarían destinados a Almería, la provincia en la que está ubicada la central de Litoral. Dadas las condiciones climáticas de la zona, la idea es que la mayoría se dedique a la instalación de nueva potencia fotovoltaica, hasta 2.000 MW nuevos en los próximos cuatro años.
Por su parte, Endesa cifrará la inversión en Galicia en cerca de 1.500 millones de euros, también en potencia renovable.
Sin embargo, no toda esa cuantía irá destinada al municipio gallego de As Pontes, dado que las condiciones para instalaciones renovables no son tan claramente favorables para una determinada fuente de energía, como sí lo son en el caso de Almería. De todos modos, la compañía tendrá un gesto importante con ese Ayuntamiento para compensar durante algunos años el futuro cierre de la central.
Estos planes de inversión son al margen de lo que ocurra cuando se baje la persiana a esas centrales. Los planes específicos previstos para las zonas concretas después del cierre de cada central se trabajan de forma individual.
Por ejemplo, la eléctrica ya ha anunciado que en Andorra invertirá 800 millones de euros para instalar nueva potencia fotovoltaica, mientras que en Compostilla ha organizado un concurso de ideas para dar con "la mejor" solución para la zona. El propósito de Endesa con esa inyección millonaria es que el daño del cierre en las zonas afectadas sea el menor posible.
En este sentido, y una vez anunciado el desmantelamiento de las centrales térmicas de Compostilla (León) y Andorra (Teruel) -la última con un proyecto ya elegido para la zona-, la mirada está puesta en las de Litoral y As Pontes, cuyo cierre está en el horizonte.
Aumentará la cifra
En el Plan Estratégico actual, Endesa contemplaba elevar sus inversiones hasta los 5.500 millones de euros entre 2019 y 2021. "Los dos principales motores de nuestras inversiones son las energías renovables y la digitalización", explicaba el CEO de la eléctrica, José Bogas, durante la presentación de resultados semestrales de la compañía, el pasado julio.
A su juicio, esta estrategia refuerza sus resultados, "de cara a un escenario de mercado complejo y retador, y nos sitúa en una posición ventajosa para liderar la transición energética en España".
En la segunda quincena de noviembre, la filial de Enel en España presentará su Plan Estratégico actualizado, de 2020 a 2023, que marcará la hoja de ruta de la compañía para invertir más de 1.000 millones de euros anuales hasta 2030 solo en renovables. Una cuantía que ampliará con otras inversiones dentro de su 'transición verde'.
La presentación del Plan Estratégico de Endesa sería una buena noticia para el Ministerio para la Transición Ecológica, dado que la ambición de la eléctrica es copar hasta 10.000 MW del plan, lo que supone el 15% de lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Sin embargo, esos anuncios no llegarán hasta después del 10-N, lo que ha generado cierto malestar en la ministra en funciones, Teresa Ribera, dado que la comunicación del adelanto del cierre de las centrales de Litoral y As Pontes en precampaña no ha sido bien recibida por los municipios afectados, dada la alta dependencia de su economía en el carbón.