El empresariado catalán empieza a mirar con recelo la situación de incertidumbre que se vive en Cataluña a cuenta del procés. A pesar de los esfuerzos de la Generalitat por presumir de la buena evolución de la economía catalana, no puede dudarse de que algunos indicadores se han debilitado desde el pasado 1 de octubre de 2017. Así que, con la sentencia en la mano, tienen la esperanza de que las cosas a partir de ahora empiecen a cambiar.
Basta con fijarse en la evolución del PIB de Cataluña para darse cuenta de lo que padecen las empresas. Hasta el mes de octubre de 2017 la región crecía más que la media de España. A partir de entonces la cosa cambia. Si en el tercer trimestre del 2017 la economía catalana avanzaba un 3,4% frente al 2,9% de la española, en el cuarto la situación era del 2,9% para Cataluña frente al 3,1% a nivel nacional. Un cambio de tendencia que ha ido acentuándose con el paso de los meses.
Así que aprovechando la llegada de la sentencia, las principales asociaciones de empresarios de Cataluña, y algunos de ellos en privado, reclaman que nos adentremos en un “punto de inflexión” que sirva para enderezar las relaciones entre la Generalitat y el resto de España. Es decir, que se pueda iniciar un diálogo que permita buscar una solución (dentro de la legalidad) que ayude a desatascar una situación que provoca daños económicos para la propia Comunidad, pero también para el conjunto del país.
Desde el Círculo de Empresarios que lidera Javier Faus, creen que es el momento para que la “política asuma su papel” en la reconducción de la crisis. Una nueva etapa que debería contar con el “compromiso de todos” para consensuar una propuesta que aúne a todas las partes implicadas.
Una posición similar a la mantenida por Pimec, una de las organizaciones que unifica a las pequeñas y medianas empresas catalanas. Desde la asociación reclaman que haya “diálogo y cooperación” para lograr la “normalidad democrática en el funcionamiento de las instituciones y el autogobierno de Cataluña”.
Calviño se suma
Un guante que también recogía este lunes la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien se mostraba confiada en que esta sentencia permitirá abrir una nueva fase sobre “la base del diálogo y la aplicación de la ley”. Algo que comparten también desde la patronal CEOE desde donde se muestran confiadas en que haya una nueva etapa de estabilidad democrática.
Todo un mazazo para las aspiraciones independentistas, que ven cómo las grandes corporaciones prefieren alejarse del enfrentamiento. Al contrario, optan por acercar posturas que permitan desbloquear la situación. ¿El motivo? Son conscientes de que en el mercado actual tienen más que ganar que arriesgándose a una Cataluña aislada de la Unión Europea.
Se trata de una respuesta al más puro estilo empresarial y que contrasta con la deriva que ha impuesto el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, quien ya ha anunciado que consultará a sus empresas sobre la postura que debe adoptarse y ha respaldado a quienes son partidarios de convocar una huelga país.