Las empresas extranjeras empiezan a mirar con cierto recelo lo ocurrido en Cataluña durante la última semana. Al igual que le ha ocurrido a la clase política, la violenta reacción a la sentencia del ‘procés’ en las calles ha pillado por sorpresa a los empresarios. Por ahora prefieren ser cautos y confiar en que se trate de algo puntual, pero reconocen (algunos en privado y otros en público) en que el conflicto catalán ha llegado demasiado lejos y requiere una solución.
Existe el convencimiento de que en las próximas semanas se van a paralizar varias inversiones a la espera de ver qué ocurre cuando acaben las elecciones del 10-N. En concreto, confían en que sea un punto de inflexión entre las relaciones del Gobierno central y el de la Generalitat, y que a partir de ahí puedan entablarse unas negociaciones que lleguen a buen puerto.
Un grito al que pone voz el presidente del Círculo de empresarios alemanes en Barcelona, Albert Peters, quien explica a EL ESPAÑOL que “la inseguridad no es positiva y necesitamos que se empiece a negociar una solución”, a la violencia y al enfrentamiento entre Gobiernos. No es de extrañar su preocupación, ya que sólo en los seis primeros meses del año llegaron a la región más de 1.200 millones de euros en inversión extranjera, un aumento del 12% respecto al año anterior.
Esa cifra hacía presagiar que las cosas podían ir mejor que en 2018, segundo año consecutivo de caídas en la región tras el ‘procés’. Sin embargo, alcanzar esa meta ahora parece complejo porque “los inversores van a esperar a una situación más clara, y eso pasa porque exista seguridad”, sentencia.
Teniendo en cuenta que las elecciones se celebran el 10 de noviembre y que las encuestas dicen que la formación de un Gobierno va a ser complicada, se puede decir que el año se da por perdido. “El Govern busca mantenerse fuerte en la situación actual y el Gobierno central también, por lo que habrá que esperar”, relata Peters en conversación telefónica.
¿Lo ideal? Una gran coalición sería muy bien vista por el empresariado extranjero. De hecho, el propio Peters recuerda que en “Alemania tenemos muy buenas experiencias en este tipo de acuerdos porque hacen avanzar al país”. ¿Posible de hacer en España? Es la gran pregunta que todo el mundo se hace.
El Círculo y la CEOE
El empresariado alemán no es el único que reclama una solución de desbloqueo. También lo han hecho en los últimos días otras patronales españolas como el Círculo de Economía con Javier Faus al frente. La organización ha pedido a las instituciones que se alíen para frenar la violencia, y que después comience una etapa de diálogo que culmine en una solución “política para una crisis que tiene una raíz política indiscutible”.
También la CEOE ha reclamado a los políticos que hablen y lleguen a acuerdos en las últimas horas. Lo ha hecho su presidente, Antonio Garamendi, quien ha reclamado “orden, porque eso es lo que realmente puede llegar a que las empresas puedan funcionar”.
Aunque todavía es pronto para hacer un balance de los efectos económicos de las protestas de estos días, ya empieza a haber algunas estimaciones. Más allá de los más de 2,5 millones de euros en mobiliario urbano, según cifras del Ayuntamiento de Barcelona, los comercios del centro de la ciudad hablan ya de caídas de entre el 30% y el 50% y los hoteles ya han empezado a registrar cancelaciones.