Los termómetros de Bankia sobre la situación económica son más optimistas que los mensajes que se están lanzando desde distintos Servicios de Estudios sobre la desaceleración económica, según el consejero delegado de la entidad, José Sevilla.
Pese a que el banco maneja cifras macroeconómicas similares a instituciones como el Banco de España sobre la menor creación de empleo en 2020 y otras variables, Bankia considera que hay un “desacople entre los mensajes que se están lanzando” y la información que recibe el banco. No obstante, Sevilla ha señalado que sería bueno que del 10-N salga de las urnas un Gobierno con capacidad de acometer reformas y una política económica estable.
“Sería deseable tener un Gobierno cuanto antes y que el resultado haga posible que un Gobierno pueda gobernar y quite esa incertidumbre que tenemos”, ha afirmado el consejero delegado.
En la presentación de los resultados trimestrales, Sevilla ha asegurado que, con una cuota de mercado retail del 10% en España, los datos que manejan sobre la imagen de las familias y empresas de la situación económica no es tan negativa como se “percibe a nivel social”.
Los datos de las tarjetas muestran que el consumo sigue funcionando en España y que la demanda de vivienda sigue al alza, pese a que factores coyunturales, como la entrada en vigor de la nueva Ley hipotecaria, hayan lastrado los datos de firma de hipotecas de los últimos meses.
“Cuando miramos el dato de facturación en comercios de la tarjetas de crédito no vemos ningún efecto de la desaceleración económica de la que tanto se habla”, ha señalado el consejero delegado en la presentación de sus cuentas. Las ventas de tarjetas aumentaron un 14,6% hasta septiembre y en el caso del comercio electrónico el avance fue del 26,5%.
La compañía aumentó un 68% su base de clientes con el foco en ofrecer productos de valor añadido. Esto se refleja en sus datos de fondos de inversión (cuyos activos gestionados aumentan un 7%) o de planes de pensiones (con un avance del 2,1% en activos gestionados y comercializados).
También el dato de crédito hipotecario es valorado como positivo por la ejecutiva del banco, pese a que la entidad ha padecido los efectos de los cambios normativos por la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria el pasado junio algo más que el resto del sector. Según sus datos, la formalización de hipotecas con Bankia en los nueve primeros meses aumentó un 1,3% y el tipo medio de formalización de hipotecas creció un 1,6%. Casi la mitad de hipotecas que formaliza Bankia son a tipo fijo.
En la evolución de la tasa de mora -tan ligada al ciclo económico-, Bankia también es optimista con un 5,5% a cierre de septiembre. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri espera acelerar la caída de la morosidad de aquí a final de año, con el objetivo en el 5%.
Crédito a empresas
En el mundo de la empresa, la entidad tampoco ha detectado que las empresas estén pidiendo refinanciaciones por problemas para pagar sus deudas. El stock ha caído un 16% este año. No obstante, sí hay empresas que piden refinanciar para beneficiarse de los menores tipos de interés de este momento.
Dentro del crédito, el saldo de préstamos no dudosos avanza un 12,5% y el segmento corporativo se muestra sólido. En empresas, Bankia ha crecido un 7,8% con un notable aumento de los créditos sindicados y a la espera de que su ‘Joint Venture’ con Crédit Agricole les permita comenzar a operar como establecimiento de crédito en España a final de año.
Con todo esto, Bankia confía en que su estrategia comercial siga siendo "sólida" y resta importancia a que la Bolsa haya recibido las cuentas de este lunes con caídas severas.
La entidad vincula su mala evolución en Bolsa a los efectos que tiene en su negocio el entorno de tipos de interés negativos del Banco Central Europeo (BCE), aunque Sevilla se ha referido a Mario Draghi en el día de su despedida como presidente del banco central con palabras de agradecimiento a su legado.
Dentro de este entorno, Bankia seguirá trabajando en la reducción de costes para mejorar la eficiencia. La entidad confía en acelerar las sinergias con BMN de aquí a final de año.
Todo ello con el objetivo de ganar tiempo hasta que el Euribor mejore y el Estado como accionista pueda retomar sus planes de privatización.