Hartazgo entre algunos de los miembros de la CEOE por los constantes ataques de Pablo Iglesias a la figura de los empresarios. Consideran que la última ofensiva del líder de Podemos pidiendo un impuesto a la banca, subir el impuesto de sociedades o crear una eléctrica pública amparándose en la Constitución responde al malestar del dirigente con las últimas posiciones de la patronal.
La dirección de CEOE, con Antonio Garamendi a la cabeza, se ha mostrado siempre partidaria de un Gobierno “moderado y estable”, sin pronunciarse sobre partidos políticos concretos. Sin embargo, no hace falta ser un lince para percatarse de que se refiere a una gran coalición (algo imposible) o a una unión entre el Psoe y Ciudadanos. Es decir, Podemos debe quedar fuera de la ecuación, un mensaje que -según fuentes consultadas- Pedro Sánchez parece haber captado.
Esas mismas fuentes consideran que la patronal, como ocurre con otras organizaciones sociales, debe pronunciarse acerca de los debates clave que hay en la sociedad. Y evidentemente la formación de un nuevo Gobierno es uno de ellos. Así que piensan que los ataques de Iglesias en las últimas semanas responden al malestar que hay en Podemos por estos pronunciamientos públicos.
De hecho, la propia CEOE apuntaba en sus Prioridades empresariales ante las elecciones generales del 10 de noviembre que es necesario garantizar el derecho a la propiedad. Decía en ese documento que “resulta incuestionable la fuerte vinculación revelada entre la garantía de derecho de propiedad y el nivel de desarrollo económico alcanzado en los distintos países, por la vía de favorecer la inversión y el emprendimiento empresarial”.
Todo un toque de atención para quien quiera entenderlo, y que no parece haber sentado bien en las filas del partido morado. Al menos, es lo que se piensa en el entorno de la organización en donde insisten en que lo que “hace falta es tener un proyecto de país” y no nacionalizar empresas en sectores regulados.
Podemos no es la única formación que tiene como destino esos mensajes. También Más País es objetivo de los mismos. No hay que olvidar que el partido de Iñigo Errejón propone la creación de una farmacéutica pública que “investigue, desarrolle, fabrique y comercialice medicamentos basándose en principios de interés público y que ayude a generar puestos de trabajo de calidad y que piensen en el futuro".
Para la patronal del sector, Farmaindustria, se trata de una propuesta demasiado “embrionaria” ya que desarrollar un medicamento “requiere entre 10 y 12 años con un coste de entre 2.500 millones y 3.000 millones de euros” en palabras de su presidente, Martín Sellés.
Una muestra más de cómo la empresa está dispuesta a posicionarse en torno a propuestas y debates. Consideran que ha llegado la hora de quitarse la careta y defender sin tapujos su actividad. ¿Cuánto durará esta postura? Ahí está la cuestión.