Alemania confirmó este jueves que ha evitado por los pelos entrar en una recesión técnica. Sin embargo, la fragilidad de la economía de la zona euro es vigilada por el Banco Central Europeo (BCE), que desde que acabó la última crisis trabaja en preparar a la banca de la eurozona para afrontar futuros episodios de turbulencias económicas.
En este contexto, el vicepresidente de la institución, Luis de Guindos, abogó este jueves en Londres por cambiar la distribución del capital actual de los bancos para que las entidades puedan destinar parte de esos recursos a crear un buffer macroprudencial, esto es, un colchón anticíclico al que recurrir en caso de enfriamiento grave económico.
No se trataría de exigir capital adicional a las entidades financieras, sino de redistribuir el capital actual para que los bancos tengan la opción de liberarlo en caso de que la economía empeore y se materialice el riesgo -todavía "muy bajo", según de Guindos- de recesión económica.
Según explicó el vicepresidente del BCE en unas jornadas organizadas por BNP Paribas, la banca europea cuenta con suficiente capital en términos generales tras los deberes que ha hecho en esta materia en los últimos años.
Es por esto que podría ser acertado en este momento redistribuir ese capital en una pequeña proporción para que el sector financiero cuente en su conjunto con un colchón de capital anticíclico por el que aboga el supervisor. Ese colchón no es otra cosa que un recargo en los requisitos de solvencia para evitar que la banca caiga en excesos en momentos en los que la economía va bien y pueda rescatarlo cuando el ciclo empeora.
Con estas declaraciones, el exministro español matizaba algunas informaciones que la pasada semana apuntaban a que el BCE podría plantear que la banca tuviera más capital para afrontar una posible crisis sin explicar que se trataría de una redistribución del capital, según explican a este periódico fuentes del organismo.
"Estamos observando los efectos secundarios [del débil crecimiento económico] y el efecto secundario más claro es su impacto potencial en la rentabilidad de los bancos europeos", explicó de Guindos en la City.
Colchón anticrisis en España
Por el momento, solo siete de los 19 países de la eurozona han obligado a los bancos a destinar fondos para crear ese colchón.
En el caso de la banca española, el Banco de España lo tenía sobre la mesa para activarlo antes de 2020 vinculándolo al riesgo inmobiliario y de los créditos al consumo concedidos por las entidades. Sin embargo, es posible que finalmente se retrase esa decisión, tras los últimos datos sobre la evolución del sector inmobiliario en España y la bajada de previsiones económicas de todos los organismo.
Luis de Guindos aprovechó su intervención en Londres para mandar un mensaje de calma al asegurar que la posibilidad de que la economía europea entre en recesión es "muy baja", aunque el crecimiento de Europa sigue "por debajo de su potencial", lo que exige al BCE "prestar atención" a la situación.
"Creo que el mayor riesgo es que vamos a tener un largo periodo de tiempo con [crecimiento] por debajo del potencial", afirmó el vicepresidente en declaraciones recogidas por Reuters.
Es en este contexto, en el que el BCE decidió impulsar aún más los tipos hacia terreno negativo el pasado septiembre y retomar su programa de compra de bonos.
Con parte de la munición agotada, de Guindos considera que el BCE va a tener que buscar nuevas herramientas para reaccionar a futuras turbulencias económicas. Mientras, instó a los Gobiernos a hacer su parte con la política económica.