¡Boda a la vista! PSA y Fiat Chrysler (FCA) han dado luz verde a su fusión. Una unión que dará lugar al cuarto fabricante del mundo de automóviles con unas ventas de 8,7 millones de unidades anuales y más de 400.000 trabajadores. Se situará por detrás de Volkswagen, Toyota Motor y la alianza Renault-Nissan y tendrá una valoración de 45.000 millones de euros.
La operación ha recibido el visto bueno del consejo de administración de PSA este martes, después de que la familia Peugeot aprobara la operación. Acto seguido el consejo de Fiat Chrysler ha hecho lo propio. Ambos grupos han convocado una rueda de prensa este miércoles para explicar los detalles de la operación.
Fue el pasado mes de octubre cuando PSA y FCA anunciaron que estaban en negociaciones para crear un gigante europeo de la automoción. Bajo su paraguas se encuentra un amplio abanico de marcas: Fiat, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot y Vauxhall.
Las acciones
Según lo que ha trascendido hasta el momento, la intención de los propietarios de ambos grupos es repartirse las acciones del nuevo grupo al 50%.
La fusión de PSA y Fiat Chrysler cuenta con el respaldo del gobierno francés que hace tan sólo unas semanas se oponía a una operación similar entre Fiat Chrysler y Renault, ya que Nissan (aliada de la gala) se negaba a participar en la operación.
La sede de la nueva empresa estará en Holanda, aunque mantendrá la cotización en París, Milán y Nueva York. A falta de conocer los detalles de la operación, John Elkann, presidente de FCA y heredero de la familia Agnelli, será el presidente. Por su parte, Carlos Tavares -actual presidente de PSA- será el nuevo consejero delegado del grupo fusionado.
Se estima que la fusión permitirá unos ahorros de algo más de 3.000 millones de euros. Además va a permitir a ambos grupos hacer frente al proceso de reconversión del sector del automóvil, que debe acometer grandes inversiones para adaptarse a la llegada del coche eléctrico. La intención de PSA y FCA es la de no cerrar fábricas. De hecho, tanto el gobierno francés como el italiano podrían haber exigido que no hubiera despidos en este proceso.
¿Qué ganan cada una de las compañías fusionadas? FCA obtendría acceso a las plataformas de vehículos más modernas de PSA, lo que lo ayudaría a cumplir con las nuevas y estrictas normas de emisiones, mientras que PSA .centrado en Europa- se beneficiaría del rentable negocio estadounidense de FCA con marcas como Ram y Jeep.