La RSE en España pasa del terreno “ideal” al operativo: la conciencia social impulsa el cambio
La sociedad, las empresas y las instituciones son conscientes de los retos de la Agenda 2030.
18 diciembre, 2019 09:06Noticias relacionadas
El 2019 ha sido, sin duda, un año decisivo en lo referente a la sostenibilidad y a la Responsabilidad Social Empresarial o Corporativa (RSE / RSC). Un año exigente, pero positivo, en el que se han dado pasos importantes que indican la relevancia de este ámbito en temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG). “La crisis financiera ha dejado claro que el modelo capitalista tiene que cambiar. Este modelo, asociado desde sus inicios a valores positivos de crecimiento y desarrollo, revela ahora graves carencias en términos sociales y medioambientales”, explicó Germán Granda, director de Forética.
Granda fue uno de los ponentes del “II Foro de EL ESPAÑOL sobre Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Ética y responsabilidad social en los negocios” que se celebró en Madrid, en Pangea The Travel Store.
Durante primera mesa del Foro, se abordó la responsabilidad social desde el punto de vista de la gobernanza y la forma en la que se está integrando en las compañías. Pese a que el 2019 ha sido un año intenso en esta materia (con la COP25 como guinda), en el 2020 las cosas prometen ser aún más intensas, al menos para las empresas del sector financiero. De acuerdo con José María López Jiménez, responsable de RSC de Unicaja, “el interés de los inversores por saber qué hacen las entidades financieras desde el punto de vista de la gestión de la sostenibilidad va en aumento".
"Las empresas, además de al accionista, atienden cada vez más a otros grupos de interés, en especial a aquellos relacionados con el medio ambiente. La agenda 2030 y los ODS sumados al COP25 han aumentado la concienciación", añadió. El responsable de Unicaja destacó también la relevancia a nivel europeo: “El acuerdo europeo en materia de sostenibilidad ha sido el primero en aprobarse por la Comisión Europea entrante".
En esta misma línea, Cristina Moral, gerente de RSC de Ferrovial, afirmó que el mundo corporativo está sufriendo un conjunto de transformaciones, antes, inimaginables: “El consumidor está informado y es sensible a temas sociales y medioambientales y todo esto hace que cambie el entorno operativo y que el papel de los responsables en RSE cobre relevancia. Hay que transformar los modelos de negocio para ser más responsable social y medioambientalmente".
Moral recordó también que, por parte de Ferrovial, llevan tiempo remando a favor de RSE y sostenibilidad, prueba de ello es que cuentan con una autopista neutra en emisiones de carbono en Dallas (Texas) y que, desde 2017 cuando firmó un acuerdo con Renault, tiene en Madrid una flota de coches 100% eléctricos de carsharing que contribuye a solucionar la congestión de la ciudad. “Somos conscientes de nuestro gran papel en la agenda 2030”, apuntó.
Durante su intervención, Francisco Javier Garayoa Arruti, director de Spainsif, incidió en los riesgos, y también en las oportunidades, de las inversiones en materia de sostenibilidad: “El cambio de modelo energético supone un riesgo para el inversor, en la medida que va a generar activos variados y riesgos importantes (por ejemplo, para empresas que han apostado por combustibles fósiles). Pero también hay oportunidades derivadas del cambio de modelo".
“Estos bonos -con los que se financiarán las inversiones sostenibles- ligados a la transformación del modelo energético, serán emitidos por parte de la administración del estado de empresas y también de las comunidades autónomas, muy probablemente, en el 2020”, afirmó.
La grandeza de la diversidad
Una vez fotografiado el sistema de gobernanza del entramado de la RSE en la actualidad, la segunda mesa del foro pasó a abordar temas relacionados con la gestión del talento. Granda, moderador del evento, introdujo el debate aludiendo a “la importancia de captar y retener talento en las organizaciones y sabiendo apreciar la importancia que la diversidad, en el más amplio sentido de la palabra, tiene en todo ello”.
Ana Sainz, directora general de la fundación Seres, afirmó que, según datos de Randstad, el 85% de los trabajos que existirán en 2030 no se han inventado aún y que la mayoría (el 65%) de los miembros de la llamada Generación Z -nacidos a partir de 1990- trabajarán en puestos de nueva creación, relacionados todos ellos con la tecnología y las ciencias, según Microsoft. También subrayó que las compañías que se encuentran entre el 25% con mayor ratio de diversidad racial y étnica aumentan hasta un 33% las posibilidades de obtener resultados financieros (McKinsey) y que se tardarán 108 años para poner fin a la brecha de género a nivel global según el informe The Global Gender Gap 2018, elaborado por World Economic Forum.
“En Seres contamos con un laboratorio dedicado a la diversidad y a la inclusión basado, principalmente, en dos premisas. La primera es tener cuidado con los sesgos inconscientes y, la segunda, evitar el enfrentamiento generacional; apostar por el diálogo y la colaboración entre jóvenes y séniors”, destacó.
Para Javier Gallego Zugasti, responsable de Entidades Sociales e Intermediación de CLECE, empresa cuyo mayor valor es "impulsar en su seno un proyecto social, que defiende la inclusión de colectivos socialmente vulnerables", la integración de la diversidad debe estar en el ADN de toda empresa con mirada de futuro. “En CLECE apostamos por la diversidad y, para ello, trabajamos en torno a cuatro ejes: sensibilización (externa e interna), formación continua del trabajador, inserción laboral (tenemos un 10% de colectivos vulnerables) y unidades de apoyo de delegados sociales. Pese a que, a priori, puede parecer que trabajar con estas personas puede ser complicado o conflictivo, la experiencia nos demuestra que es todo lo contrario. Las personas en situación vulnerable han aprendido a hacer fácil lo difícil, a trabajar con una sonrisa, y eso se transmite a la empresa y tiene una repercusión enormemente positiva”.
“En un mundo ideal no se hablaría de inclusión, porque todos estaríamos incluidos”, sostiene Astrid Nilsen de la Cuesta, European Talent &Recruitment Senior manager en Nippon Gases y miembro de la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano. “Prestamos tanta atención a los sesgos porque no hay tanto que nos separa. En nuestra empresa, a la hora de contratar a una persona, pedimos mucho feedback por parte de las personas de RRHH, para evitar que se tomen decisiones subjetivas. Es importante valorar a la persona por sus competencias y no por sus diferencias”, explicó.
José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), abordó la necesidad de aprender a conciliar teniendo en cuenta las circunstancias actuales: “No se pueden hacer negocios hoy con parámetros del siglo pasado, como la contabilidad horaria o el “presentismo”. Casero también afirmó que la flexibilidad laboral sólo funciona cuando hay una responsabilidad por parte del trabajador y una confianza por parte de la empresa o institución que lo contrata. Así mismo, Casero concluyó su discurso diciendo que en ARHOE piensan que los trabajos de hoy deben seguir un modelo en el que conviven las 4 “Ds”: Descanso, Dedicación, Disponibilidad y Desenganche.
Al término del foro, Granda auguró que sería importante celebrar un nuevo foro de EL ESPAÑOL sobre RSC a finales del 2020, un año que, tal y como dijo al empezar, promete grandes avances en esta materia. El encuentro fue organizado por el diario junto a Unicaja Banco, Ferrovial y Clece, filial de ACS. Contó con la difusión de la Asociación Centro de Dirección de RRHH, la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social, la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos, ARHOE, Corresponsables, Fundación Seres, Forética, Observatorio de RRHH, Organización Internacional de Directivos de Capital Humano, Pangea The Travel Store y Spainsif.