Lejos de perder relevancia, la lucha contra el cambio climático, abanderada por el Gobierno de Sánchez durante la pasada legislatura, alcanza gran protagonismo en el programa conjunto de PSOE y Unidas Podemos, presentado este mismo lunes.
Tanto es así que la "coalición progresista" dedica casi una veintena de medidas a este tema en su documento Un nuevo acuerdo para España, en el que recoge medidas ya puestas en marcha por el Ejecutivo anterior pero amplía algunas de ellas. En este sentido, la propuesta de PSOE y Podemos recoge la aprobación del PNIEC (enviado hace meses a Bruselas), pero detalla una reforma del sistema eléctrico que pretende poner en marcha.
El objetivo, apuntan las dos formaciones, es que esta reforma favorezca la transición hacia la descarbonización y unos "precios asequibles" para el consumidor y las empresas. Por eso, PSOE y Podemos se comprometen, en su programa, a elaborar normas legales para que la reducción progresiva del coste de las renovables se traslade al precio de la electricidad, así como para garantizar su rentabilidad "adecuada"; algo que, por cierto, demandan las empresas con ahínco desde que la CNMC trabaja en las nuevas circulares.
Asimismo, los dos partidos afirman que modificarán los requisitos, reglas y
convocatorias de las subastas para la asignación del régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovable, estableciendo como "criterio fundamental" el coste de generación de cada tecnología y, explican, posibilitando la participación de entidades locales, ciudadanas o cooperativas.
Una serie de medidas para reformar el mercado eléctrico que incluyen otras como acabar con la sobrerretribución (windfall profits, también conocidos como "beneficios caídos del cielo") que reciben en el mercado mayorista determinadas tecnologías "que fueron instaladas en un marco regulatorio diferente, anterior a la liberalización y que han recuperado sobradamente sus costes de inversión". PSOE y Podemos se refieren a energías como la hidráulica.
Además, los partidos firmantes hablan de revisar los pagos por capacidad y de modificar la factura eléctrica para incentivar la eficiencia energética, por ejemplo, modificando que el coste a pagar por los primeros Kw/h sea inferior a los siguientes, en función de la energía consumida.
El coche eléctrico, otra vez protagonista
En el PNIEC que el Gobierno de Sánchez envió a Bruselas la pasada legislatura, el Ministerio que preside Teresa Ribera contempla que, en 2030, habrá cinco millones de vehículos eléctricos circulando en España.
No obstante, son muchos sectores los que han puesto el grito en el cielo no solo por la capacidad de fabricación de este vehículo en el país, sino por el alto precio del mismo y la falta de puntos de recarga.
En su programa, PSOE y Unidas Podemos se comprometen a poner en marcha un plan de movilidad sostenible que, entre otras cosas, contempla un esquema de ayudas económicas para el coche eléctrico. En concreto, los dos partidos insisten en que dicho plan contemplará medidas que promuevan la instalación de puntos de recarga en zonas urbanas.
En pleno proceso de transición energética, con los cierres de las centrales de carbón anunciados y calendario firme para el fin de la nuclear, los dos partidos vuelven a poner sobre la mesa la estrategia de transición justa que ya presentaron los socialistas la pasada legislatura. En concreto, mencionan el desarrollo y la inversión en tecnologías 'verdes' en las zonas afectadas para que el empleo se resienta al mínimo.
El objetivo, recuerdan los dos partidos, será alcanzar en 2050 una generación de electricidad con origen 100% renovable, y entre el 85% y el 95% en 2040. Para ello, pretenden aprobar la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, para dar forma a las políticas con las que poner en marcha lo señalado.