Sacyr perdió 298 millones de euros durante 2019 debido al impacto negativo de 354 millones de euros registrado por su participación en Repsol. El Ebitda de la empresa llegó a los 680 millones de euros en 2019, el 25% más que el cosechado en el ejercicio anterior. Los ingresos crecieron el 10% en el año, hasta los 4.170 millones.
La compañía ha explicado en un comunicado que "este es un impacto exclusivamente de carácter contable, que no afecta a la caja de la compañía, ni influye en los negocios, el dividendo o la estrategia del grupo".
Durante el pasado año, Sacyr continuó su estrategia de apostar por los negocios concesionales, lo que se se reflejó en su cuenta de resultados: el 80% del Ebitda de la compañía, 538 millones de euros, procedió el año pasado de activos concesionales.
Durante el pasado ejercicio Sacyr consiguió mejorar la rentabilidad de sus negocios: El margen de Ebitda aumentó en dos puntos porcentuales en el año y alcanzó el 16,3%. El flujo de caja operativo creció el 24% en 2019, hasta sumar 510 millones de euros. Desde 2016, esta magnitud ha crecido el 227%.
En 2019, Sacyr registró aumentos en sus principales áreas de negocio. El Ebitda de su división de ingeniería e infraestructuras creció a un ritmo del 50%, el de servicios, al 15%, y el de concesiones avanzó el 22%. Por su parte, la división industrial redujo su EBITDA el 36% tras la finalización de grandes proyectos en ejecución.
42.000 millones en cartera
La cartera de ingresos futuros cerró el año en 42.965 millones de euros, por áreas geográficas, América supone el 47% de la cartera, Europa el 50% y un 3% está ubicado en otros continentes.
La deuda neta con recurso disminuyó el 25% en 2019 y pasó de 1.138 millones a 848 millones de euros. Respecto a la deuda neta del grupo, ésta se situó en 4.315 millones de euros a cierre de diciembre, con un aumento del 6,6%, debido a la actividad inversora de la compañía en nuevos proyectos concesionales.
La compañía continuó con su estrategia de rotación de activos maduros y el año pasado vendió su participación en Itínere por 202 millones de euros, el 49% de su participación en siete activos chilenos por 440 millones incluida deuda, así como plantas energéticas en España y activos en Portugal por un total de 220 millones de euros.
Además, tras el cierre del año, se formalizó la venta del 47,5% de Guadalcesa y se acordó la venta de otro 47,5%. El importe global de las dos operaciones es de 455 millones incluida deuda.
Sacyr repartió 0,105 euros por título en 2019, el 2% más que el año anterior. En total, la rentabilidad por acción se situó alrededor del 5% durante el pasado ejercicio.