Bruselas

La crisis del coronavirus ha provocado un vuelco en la doctrina económica imperante en Bruselas. La Comisión Europea no sólo ha propuesto la suspensión temporal del Pacto de Estabilidad, que obliga a mantener bajo control el déficit y la deuda, sino que también relaja las normas que impiden dar ayudas públicas a las empresas. La vicepresidenta responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha presentado este martes un marco temporal que permite a los Gobiernos de la UE asistir a las empresas más golpeadas por el covid-19.

Este marco temporal autoriza a los Estados miembros a adoptar cuatro tipos de medidas que en condiciones normales no serían posibles según las reglas de la UE. En primer lugar, los Gobiernos podrán poner en marcha planes para conceder hasta 500.000 euros por compañía con el objetivo de que afronten las necesidades urgentes de liquidez. Esto podrá hacerse mediante subvenciones directas o ventajas fiscales. 

Bruselas también dará luz verde a todas las garantías de Estado para los préstamos bancarios a empresas, una medida que ya han anunciado países como Alemania o Francia. La tercera forma de nueva ayuda pública autorizada consiste en créditos públicos o privados con tipos de interés subsidiados. Finalmente, la Comisión permitirá que los Gobiernos canalicen subvenciones a la economía real a través de los bancos, asumiendo el punto de vista de que esta ayuda directa es para los clientes y no para las entidades. 

Además, la vicepresidenta de la Comisión se ha declarado dispuesta a trabajar de inmediato con los Estados miembros para poner en marcha esquemas específicos con el fin de preservar los sectores más afectados, como las aerolíneas. "Si queremos minimizar los despidos permanentes y el daño para el sector de la aviación europeo, se necesitan medidas urgentes", ha dicho.

Compensación de daños para las aerolíneas

Las normas de la UE permiten por ejemplo compensar a las aerolíneas por los perjuicios causados por el coronavirus, incluso si ya han sido rescatadas en los últimos 10 años, sostiene Vestager. Es decir, también queda en suspenso el principio de "una sola vez" que Bruselas aplica para restringir las subvenciones a las compañías aéreas.

Para flexibilizar las reglas, la responsable de Compentencia ha invocado la cláusula del Tratado que autoriza a responder a una "perturbación grave" en la economía. Se trata de que "las empresas tengan liquidez para seguir operando, o para congelar temporalmente sus actividades si es necesario, y de que la ayuda llegue a las compañías que la necesitan". Al mismo tiempo, Bruselas debe vigilar que "la ayuda para las empresas en un Estado miembro no socave la unidad que Europa necesita". 

Es decir, el Ejecutivo comunitario debe seguir poniendo límites a las subvenciones para mantener la igualdad de condiciones entre los Estados miembros. De lo contrario, los países con más potencia de fuego como Alemania u Holanda podrían conceder muchas más ayudas que los Estados miembros que tienen menos margen presupuestario, como España o Italia, lo que distorsionaría el mercado único.

Este nuevo marco no sustituye sino que complementa los otros tipos de ayudas públicas que los Estados miembros pueden conceder sin saltarse las reglas. En particular, subsidios salariales y moratoria de impuestos para todas las compañías o compensaciones por los daños causados por el covid-19. Beneficiará únicamente a las empresas que entraron en dificultades después del 31 de diciembre de 2019: Bruselas no quiere que se use el dinero de los contribuyentes para cosas que no tengan que ver con  el coronavirus.

Noticias relacionadas