El coronavirus ha segado casi todas las vías de ingresos del sector del autobús. Colegios cerrados, turismo a cero y movilidad por carretera reducida a la mínima expresión han provoca que nueve de cada diez empresas de este ramo hayan presentado un ERTE.
Ante esta situación, el presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus), Rafael Barbadillo, confiesa que el Gobierno debería declarar el sector “zona catastrófica” para así poder dotarlo de las correspondientes ayudas con el único objetivo de mantener el tejido empresarial de la movilidad”.
De hecho, el 92% de las compañías de este sector admiten haberse visto afectadas “muy negativamente” por el coronavirus, según el II Barómetro Covid-19 publicado este lunes por la patronal Confebus. Por ejemplo, Alsa. Es más, el 42,2% de las empresas encuestadas han reducido sus ingresos un 100% entre el 13 y el 17 de abril.
La demanda, hundida
Este sector da trabajo de forma directa a 95.000 personas en España y el presidente de Confebus lamenta que “ahora mismo hay una caída muy importante del empleo en el sector”. “Los servicios escolares, turísticos y de largo recorrido están parados; solo se mantienen, de aquella manera, los urbanos y los de cercanías en las grandes ciudades”, explica Rafael Barbadillo.
“Va a pasar tiempo, dos o tres años fácilmente hasta que recuperemos esos niveles de demanda, si los recuperamos”, lamenta el presidente de la patronal de autobuses. Empezaron a notar el descenso en los servicios turísticos a chinos y el estado de alarma paralizó definitivamente casi todo el sector.
“Se prevé una salida muy lenta y muy larga para el sector”, admite el presidente de Confebus. Por el momento, las restricciones que aplica el Gobierno a la movilidad en autobús obligan a que no puedan ir en un autobús más de un tercio de los viajeros de su capacidad de ocupación a bordo del vehículo, con lo cual “ninguna concesión es rentable en estas condiciones”.
“Ese 66% de plazas libres las tendrán que compensar de alguna manera para poder rodar, sostener la movilidad, o muchas de las empresas no van a ser capaces de aguantar”, reclama Rafael Bardillo.
Además, desde la patronal destacan que la pandemia ha llegado en el peor momento, porque la demanda fuerte del año comenzaba en Semana Santa para enlazar con el verano. Luego volvía a caer después del periodo estival. “Eso permitía a las empresas hacer hucha para aguantar el invierno, pero este se prevé muy duro porque la temporada alta se ha perdido”, apunta Rafael Barbadillo.
Peticiones al Gobierno
No hay que olvidar que el autobús es un medio de transporte fundamental en el radio periférico de las grandes ciudades y como vaso comunicante de la desgraciadamente llamada España vaciada. “Llegamos a todos los rincones del país”, indica el presidente de Confebus. “Nosotros atendíamos a 8.000 poblaciones diariamente (en nuestro país hay 8.131 municipios), o sea, conectábamos más de 75.000 kms”, expone.
El ferrocarril tiene el mismo problema, explica el presidente de Confebus, pero tiene al Estado como accionista y “está clarísimo que a ellos les va a proteger”. Por este motivo, desde la patronal solicitan que tienen que dar protección al transporte en autobús, porque si no “a muchos pueblos del país donde no llega ni va a llegar el tren no a va ser posible ir en transporte que no sea particular”.
El sector reclama al Gobierno un plan de ayudas para hacer frente a la necesidad de movilidad. “Vamos a tener que rodar muchos kilómetros con muy poca ocupación y eso de alguna manera va a haber que costearlo”, señala Barbadillo. Porque subir precios no es la solución. “Al salir como vamos a salir, con un país empobrecido y unas tasas de paro muy altas, si subes el precio al transporte das la puntilla definitiva al sector”, reconoce el presidente de Confebus.
Dado que el actual curso escolar 2019/2020 se da prácticamente por perdido, desde Confebus señalan que muchos contratos que se han quedado pendientes de ejecutar. Por ello, las administraciones públicas deberían pagar al menos los de colegios públicos puesto que ha sido una suspensión por causa de fuerza mayor, solicita la patronal.
En el ámbito de las concesiones, Confebus propone que los contratos que vencen ahora se prorroguen uno más. “El sector no está en condiciones de meterse en un sistema de licitación de contrato”, reconoce su presidente.
Además, el sector ha pedido subir la antigüedad de los vehículos de transporte escolar de 16 a 18 años. Que sea la ITV quien marque si el vehículo es apto o no para circular. “Es lo que hemos dicho siempre y ahora quizá sea el momento para que el curso que viene los vehículos que cumplen 16 años no te obliguen a meterte en una inversión grande”, expone Rabadillo.
“Son pequeñas ayudas, pero van sumando”, concluye el presidente de Confebus. De momento, el 71% de las empresas del sector reconoce haber solicitado o piensa solicitar financiación con avales del Estado para afrontar la crisis del Covid-19, pero para más del 40% la solicitud ha sido complicada y casi un 14% ha necesitado garantías adicionales. Es más, el 21,5% ha obtenido una cantidad inferior a la solicitada.