Los últimos diez años para los empleados de la planta Nissan en Barcelona han sido un devenir de ajustes de plantilla, salarios y condiciones sociales. Este miércoles, el diario japonés Nikkei, afirmaba que los planes de la marca para Europa pasan por el cierre de esta fábrica y trasladar su producción a las instalaciones francesas de Renault.
La publicación ha dejado helados tanto a los empleados como a los directivos de la empresa y políticos regionales. La versión oficial es que “no se comentan rumores o especulaciones” y se remiten al 28 de mayo, cuando el CEO de Nissan, Makoto Uchida, “previsiblemente indique la estrategia de Nissan en los próximos años”.
La consellera de Empresa y Conocimiento de la Generalitat, Àngels Chacón, ha llamado muy enfadada al comité de empresa de la factoría para afirmar que hace poco tuvo una reunión con el presidente de Nissan Europa, Gianluca De Ficchy, y le dijo que la decisión no estaba tomada y que la dirían el día 28.
“Al final nos mienten a nosotros, mienten a la Generalitat y mienten al Gobierno español”, ha lamentado en una conversación telefónica con Invertia el presidente del comité de empresa de la planta de Nissan en Barcelona, Juan Carlos Vicente.
Tal y como ha explicado Vicente “todas las noticias que están llegando son negativas y dan que pensar; por eso estamos en huelga indefinida desde el 4 de mayo”. “Si esta huelga es tan bestia es por el temor al posible cierre a pesar de que oficialmente no nos han dicho nada”, ha lamentado.
Esa incertidumbre es lo que más duele a los empleados. En el aire, el 89% de la plantilla total de Nissan en España que ronda las 4.500 personas entre las plantas y los comerciales, es decir, 4.000 trabajadores y sus familias. “La huelga indefinida es para quedarnos en Nissan, pero sobre todo para presionar a Nissan, Renault y la clase política para que se pongan las pilas y nos busquen un futuro”, ha indicado Juan Carlos Vicente.
“Nosotros seguiremos luchando hasta final, hasta que nos digan que no hay nada que hacer, y cuando nos digan eso seguir peleando para buscar un futuro industrial”, concluye el presidente del comité de empresa de la planta catalana.
Ávila y Cantabria tampoco se salvan
Aunque la noticia publicada en el medio japonés indicaba específicamente la planta de Barcelona, desde el comité de empresa ha señalado que cuando desde la marca hablan de Europa solo existe para ellos España y Reino Unido, no hacen distinciones. Por lo tanto, meten las plantas de Ávila y Corrales de la Buelna (Cantabria) en el mismo saco que Barcelona.
Estas dos instalaciones fabrican componentes para vehículos que se montan en otras plantas de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, de ahí que parezca de antemano que su futuro es un poco más claro que el de la ubicada en la Ciudad Condal.
Tensión Nissan-Renault
Desde la compañía explican que la situación ha comenzado a torcerse del todo desde hace un año y medio, cuando estallara el caso Ghosn. A partir de noviembre de 2018 las relaciones entre las cúpulas de Nissan y Renault se han tensado hasta el punto de casi romperse. El nombramiento de Luca de Meo como nuevo presidente de Renault a partir del 1 de julio ha calmado las aguas.
No obstante, la estrategia de Nissan en Europa ha pasado en los últimos meses por ceder peso a Renault y centrarse en los mercados asiáticos. Esta circunstancia y que la planta de Barcelona está al 30% de su capacidad de producción la han puesto en el disparadero.
Además, si había poca pólvora el coronavirus ha encendido la mecha. Por tanto, el plan estratégico hasta 2022 que la compañía presentó el año pasado ha quedado obsoleto y de ahí la importancia de los anuncios que haga Makoto Uchida el próximo 28 de mayo.
En el caso concreto de Barcelona, hay un segundo hito en la agenda. El presidente de Nissan Europa, Gianluca De Ficchy, se comprometió cuando visitó la planta a principios de año para anunciar el fin de producción de la pick-up de Mercedes-Benz que antes de verano de 2020 volvería para explicar el plan de negocio a futuro de la factoría de Zona Franca.
Renault mantiene su plan
El socio francés de Nissan también tiene presencia en España. En concreto, las factorías de Palencia (carrocería y montaje), Valladolid (una de motores y otra de carrocería y montaje) y Sevilla (produce cajas de velocidades).
Desde la firma han indicado a Invertia que son ajenos a todo este maremoto, que no tienen confirmación de nada y que sus únicos objetivos pasan por la seguridad de los empleados y volver a la actividad. De hecho, este jueves ha empezado el segundo turno de la factoría de carrocería montaje de Valladolid que hace el nuevo Kaptur y las demás están de momento a un turno.