A pesar de que la ampliación de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE) por fuerza mayor ha sido vista como un medida positiva por parte la patronal, una de las condiciones a las que obligan a la empresas para poder disfrutar sus beneficios ha generado inquietud en numerosas grandes compañías.
Se trata de la prohibición de repartir dividendos relativos al ejercicio 2020 entre los socios y accionistas de las compañías. Esta condición, que también se aplica en el acceso a los créditos ICO avalados por el Gobierno y de la que sólo están libres las entidades de menos de 50 trabajadores, ha provocado numerosas consultas en despachos y bufetes de abogados especializados en empresas.
Fuentes de estos entornos alertan de esta preocupación y de que la medida puede causar importantes disputas dentro del seno de las entidades privadas, sobre todo de las grandes compañías, que temen que se resuciten y agraven las guerras entre los accionistas.
Sin derecho a dejar la sociedad
En cualquier caso, cabe recordar que los socios o accionistas no tendrán derecho a abandonar una sociedad a pesar de que no se repartan dividendos. Así lo marca una de las cláusulas incluidas en el real decreto-ley por el que se aprobó la ampliación de los ERTE.
Por eso, ya hay entidades que están ‘echando cuentas’ para calcular qué puede ser más rentable este año: renunciar a los dividendos tal y como marca la norma de los ERTE y de los préstamos ICO, o pagar las cuotas de la Seguridad Social de las que hayan sido y vayan a ser exoneradas y devolver los créditos.
En cualquier caso, esta decisión solo se podrá tomar en caso de que haya dividendos que repartir. Tras una primera mitad de año catastrófica, las compañías fían su suerte al segundo semestre de 2020, periodo que no está claro que vaya a compensar a los escenarios clave del tejido productivo español.
Sin previsiones de futuro
Dada la maltrecha situación económica del sector turístico que sigue estando prácticamente parado, la gran mayoría de las empresas no pueden hacer previsiones de futuro en relación al reparto de dividendos en 2020, según fuentes de estas empresas.
Muchas de ellas se remiten a sus planes para este año. Así, IAG recuerda a Invertia que “el pasado 2 de abril informó sobre la decisión del Consejo de IAG de cancelar su propuesta de dividendo complementario de 0,17 euros por acción”, y destinará el importe, de 337 millones, a la "dotación de la reserva voluntaria".
Lo mismo ocurre con Amadeus, que canceló de la propuesta de distribución del dividendo complementario prevista para la Junta General de accionistas de junio de 2020 por importe de 320 millones.
Desde Aena no hay una decisión tomada todavía para este año. “El tema del reparto de dividendos se abordará en la Junta de Accionistas que todavía no ha sido convocada”, señalan. Pero no si no reparte dividendo, dejaría al Estado sin ingresar los 580 millones de euros previstos.
Por su parte, la hotelera NH también canceló el dividendo previsto de 0,15 euros brutos por acción con cargo a 2019. "Se suspendió dividendo y no se ha manifestado ningún cambio en ese sentido", señalan a este medio.
La industria automovilística, tranquila
La industria automovilística nacional también ha sido una de las más castigadas por el coronavirus. El elevado riesgo de contagio en las plantas de producción y ensamblaje, así como los problemas en la cadena de suministro hizo que fueran las primeras en cerrar las puertas y anunciar los ERTE.
La medida anunciada por el Gobierno tiene dos variantes en este sector: las empresas nacionales y las extranjeras. En las segundas, los ERTE por fuerza mayor han evolucionado a ERTE por causas productivas una vez que concluya el estado de alarma para adaptar las plantillas a una demanda incierta. No les afectan las exigencias del Ejecutivo porque las matrices son las que deciden el dividendo y no están ubicadas en paraísos fiscales, sino en países como Francia, Alemania, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
En un primer momento, casi todos los grandes fabricantes de automóviles con plantas en España aplicaron ERTE por fuerza mayor. Seat, PSA, Ford, Renault, Iveco, Mercedes-Benz… uno a uno fueron anunciando esta medida. Con la vuelta a la actividad, la “nueva normalidad” pasa por ir poco a poco y para eso no necesitan arrancar con toda su capacidad.
De ahí que algunas como PSA (algo más de 10.000 afectados entre Figueruelas y Vigo), Seat (11.000) o Ford (7.000) hayan decidido continuar con esta política de ERTE por causas productivas y organizativas más allá del 30 de junio. Peor lo tienen las plantas de Nissan en la Zona Franca, en huelga y con un futuro muy oscuro.
Además de los fabricantes extranjeros están las compañías españolas cotizadas que fabrican componentes: Gestamp y CIE Automotive. A ambas sí podría afectarlas el anuncio del Gobierno, pero parecen tranquilas en este sentido.
Por un lado, Gestamp ya anunció la cancelación del dividendo complementario previsto para julio y dejó sin efecto las previsiones para este año anunciadas en febrero. Con el ejemplo de sus plantas en China, que ya han vuelto a la actividad, la compañía de componentes explicó en marzo que estudia “planta a planta” el caso particular de cada una de las 22 que tiene en España para ver la necesidad de un ERTE.
Además su pay-out es solo del 30%, por lo que sus accionistas no están en ella por su dividendo precisamente. Fuentes de la compañía vasca han explicado a Invertia que “confiamos en que nuestra base accionarial siga confiando en el proyecto a largo plazo de Gestamp”. Por tanto, si fuera necesario cancelar el dividendo del ejercicio 2020 por cobrar las ayudas del Gobierno no parece que sea un problema para Gestamp y sus accionistas.
En cuanto a CIE Automotive, la junta de accionistas aprobó el 29 de abril mantener el dividendo de 0,37 euros brutos por acción que se abonarán en junio. El consejero delegado del grupo, Jesús María Herrera, indicó en ese momento que “nuestros clientes están retomando actividad y entendemos que lo peor de la situación ha pasado”. De hecho, en el primer trimestre ganó 72,8 millones de euros por los 72,6 millones del trimestre anterior.