La compañía Dubai Electricity & Water Authority (DEWA), ha emitido a Duro Felguera una “notice of termination” con efecto 1 de julio de 2020 del proyecto de ampliación de la central eléctrica “Jebel Ali Power Station ‘K’ Phase III” valorado en 204 millones de euros.
Tal y como ha informado el empresa española en un nota a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Dubai Electricity alega "incumplimiento de obligaciones contractuales, dentro del marco de la estrategia llevada a cabo por DEWA contra los intereses de Duro Felguera".
La empresa asturiana recuerda en la nota que solicitó la suspensión de los trabajos en el emplazamiento para prevenir riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores derivados de la pandemia de Covid-19 con fecha 22 de abril de 2020 al detectarse casos positivos, pero no se obtuvo respuesta por parte del cliente.
De ahí que a mediados de mayo, después de varias reuniones fallidas por videoconferencia, Duro Felguera no pudiera frenar la ejecución del aval de 48 millones de euros por parte de Dubai Bank.
Duro Felguera reitera que "la opinión manifestada en el comunicado fechado el pasado
14 de mayo de 2020, donde se informaba que la ejecución de los avales por
importe de 47,8 millones de euros, no se ajusta a derecho". Del mismo modo, "la terminación del contrato instada por el cliente tampoco se ajusta a derecho".
La compañía dirigida por José María Orihuela "está poniendo en marcha todos los mecanismos a su alcance conforme al contrato y a las leyes aplicables para proteger sus intereses".
Sin impacto en su patrimonio
Por último, en la nota remitida a la CNMV, Duro Felguera estima, en base a la información de la que se dispone actualmente, que "de esta contingencia no resulte un impacto económico material adicional en su patrimonio, dado que el importe de la pérdida estimada para ejecutar el proyecto, muy próximo al importe de los avales ejecutados por DEWA, se encontraba provisionado ya en las cuentas del ejercicio 2019".
No obstante, la empresa no pasa por su mejor momento. El problema principal es que Duro Felguera ha vuelto a perder la confianza de la banca que no ve con buenos ojos la última propuesta del CEO José María Orihuela, tal y como informó Invertia.
Desde el entorno de la asturiana recuerdan que los bancos ya conocen el plan de negocio, que es el presentado en la última junta de accionistas y que se está cumpliendo estrictamente. La única parte que no cumplen, explican, es el de la contratación porque los bancos no liberan los avales.
Las entidades acreedoras de Duro Felguera, lideradas por Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia son las únicas que podrían mantener a flote a la entidad, pero los últimos acontecimientos ponen en peligro esta relación. Estos bancos ya han asumido quitas por valor de unos 300 millones de euros en el pasado para salvar a la compañía asturiana.