Esta es la historia de una idea que nació en las aulas y ahora ultima su desembarco en Latinoamérica. ¿Cómo conseguir los mejores apuntes para poder estudiar y de los mejores estudiantes? Los fundadores, con estudios en Ingeniería Industrial, Derecho o Empresariales, dieron con la clave: Woulah. Una plataforma digital donde los estudiantes pueden subir sus apuntes de clase.
La clave de la criatura está en la monetización de los apuntes. Los “creadores de contenidos” suben sus materiales que clasifican por universidad, grado y curso. Una vez incorporados a la plataforma, Woulah les inserta publicidad tal y como sucede con el contenido de YouTube. A cambio, los estudiantes reciben una compensación económica por cada descarga.
La idea creció con el tiempo hasta 2015, momento en el que la sociedad se constituye y el equipo pasa a profesionalizarse. En la actualidad, la cúpula juvenil de Wuolah está formada por Enrique Ruiz, Francisco Martinez y Javier Ruiz bajo la batuta del CEO y product manager, Jaime Quintero.
Lo que comenzó como un atajo para sacar mejores notas, se convirtió poco a poco en una idea de negocio. En seis meses, Wuolah contaba con 36.000 personas registradas, síntoma de que la plataforma podría crecer en el ámbito regional, nacional e internacional. “En Sevilla creció mucho y luego se fue extendiendo. Primero en Andalucía y luego en Valencia, Madrid y Barcelona”, cuenta Enrique Ruiz.
El paso de idea a empresa lo impulsó el Programa Minerva, un plan para start-ups dispuestas a crecer para convertirse en negocios estables. Promovido por la Junta de Andalucía y Vodafone, se centra en el impulso de proyectos empresariales relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación.
Salto a Latinoamérica
Woulah se encuentra ahora en un proceso de financiación con inversores privados en España. Sin embargo, no cierran la puerta a los internacionales teniendo en cuenta sus planes en el futuro. En su entrevista con Invertia, Enrique Ruiz avanza que la siguiente meta es Latinoamérica.
“Queremos que la plataforma sea líder en habla hispana”, comenta al contar con más de cuatro millones de documentos en castellano. Entre las ambiciones en el futuro también está el mejorar la funcionalidad de la plataforma. “Nuestra idea es facilitar el trabajo a los creadores de contenidos con más formatos y mejor remuneración”.
Con esta meta en mente, las cifras de Wuolah avalan sus sueños. Posee más de un millón de universitarios registrados que aportan apuntes de más de 365 universidades. Sus tentáculos están presentes en todas los centros universitarios de Andalucía, así como en La Complutense de Madrid o la de Barcelona.
Compatible con la docencia
En toda esta historia tiene un importante papel la docencia dado que el contenido de sus clases aparece posteriormente plasmado en los apuntes de Wuolah. “La plataforma no es una biblioteca”, puntualizan desde la empresa. “Los estudiantes hablan entre ellos y se ayudan para mejorar sus notas”.
Destacan desde Woulah que son una ayuda más al estudio, como se comprobó durante el confinamiento de 2020 por la Covid-19. La plataforma se abrió a colegios e institutos ante la caída de sus plataformas educativas que no tenían capacidad para tanto tráfico de estudiantes.
El objetivo de Woulah pasa ahora por cambiar el sistema educativo universitario. “Nos gustaría que los estudiantes acudan a las clases ya con los apuntes para que dedicaran las clases a aprender”, aspira Ruiz.
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