Bajan revueltas las aguas en la CEOE. Aunque el gran incendio provocado por el respaldo de su presidente, Antonio Garamendi, a los indultos ya está sofocado, todavía hay otro que sigue activo: la llegada de Conpymes al escenario de la representación empresarial.
Se trata de un competidor que nadie esperaba, al que en público se le resta importancia, pero que ha provocado que en Diego de León 50 se haya puesto en marcha la maquinaria para minimizar los daños.
Fuentes empresariales explican a Invertia que en los últimos días numerosos miembros de la cúpula de la CEOE han llamado a los máximos dirigentes de las asociaciones que se han sumado a Conpymes. El objetivo es mantener encuentros con ellos para convencerlos de que abandonen la nueva patronal para establecerse bajo el paraguas de Cepyme o de ATA. En definitiva, que se sitúen en la órbita del equipo de Garamendi.
Unos encuentros que, por ahora, no parecen estar obteniendo el resultado esperado. ¿El motivo? Muchas de las federaciones y asociaciones presentes en Conpymes llevan años actuando al margen de la CEOE, o ya han estado integradas en ella y abandonaron el barco al considerar que no se hacía lo suficiente para defender sus intereses. El último caso, aunque no está en la nueva patronal, es el de Deliveroo que abandonaba a Garamendi tras la aprobación de la Ley Rider.
En liza está la representatividad de las empresas españolas. En Conpymes defienden que la representación hay que ganársela, mientras que desde la CEOE insisten una y otra vez en que ellos ya se lo han ganado.
Muestra de ello, explican, es que representan a 4.500 asociaciones de base y más de 200 organizaciones territoriales y sectoriales. De hecho, Garamendi siempre incide en que “en CEOE están todos los empresarios, los pequeños, los grandes, los autónomos y los de todos los territorios".
Los movimientos por parte de la CEOE para frenar el avance de la nueva patronal contrastan con sus mensajes públicos. Ahora bien, en privado algunos miembros de la Junta Directiva sí asumen que Conpyme puede plantarles cara en algunas zonas concretas del país. Se fijan, sobre todo, en Cataluña, Valencia, Baleares, País Vasco y Galicia. Zonas donde el movimiento asociativo es muy fuerte, y en el que los grupos sociales de izquierda tienen una presencia más fuerte.
El razonamiento se basa en que algunos sectores empresariales identifican a Conpymes como la ‘patronal’ de Podemos y de los grupos más radicales de la izquierda. Al igual que ya cuentan con sindicatos, ahora estarían tratando de pescar en el ámbito asociativo empresarial, explican.
Para mostrar esa vinculación ponen de manifiesto la presencia de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la presentación de Conpymes. También de Begoña Gómez, directora de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social en la Universidad Complutense y esposa del presidente del Gobierno.
Pese a estos movimientos, por ahora no parece probable que Conpyme vaya a competir de tú a tú en las mesas del diálogo social con CEOE y Cepyme. Más bien al contrario, aunque ya hay quien avisa que el equipo que lidera José Luis Roca, está dispuesto a dar la batalla en todos los frentes: presionando al Gobierno e incluso en los tribunales si existiera oportunidad para hacerlo.
La pelea está servida, pero parece que Garamendi quiere apagar este fuego desactivando a Conpyme para recuperar la normalidad en Diego de León, que ha tenido una semana para olvidar con el tema de los indultos. Es cierto que la Asamblea General ha mostrado su respaldo al presidente, pero también que se ha dejado muchos pelos en la gatera. Especialmente en lo que se refiere a las relaciones con el Partido Popular.