MásMóvil avanzó en el folleto de su opa que necesitaría hasta 3.700 millones de euros para financiar la operación de compra de la operadora de telecomunicaciones vasca, destinando 2.000 millones de euros a la opa, 1.500 a cubrir la elevada deuda de Euskaltel y otros 200 millones a gastos de la operación.

En este sentido, la operación completa se articuló mediante un crédito y las citadas emisiones de bonos. En el primero de los casos se firmó un crédito por unos 700 millones con un sindicato formado por Banco Santander, Barclays, BNP Paribas, Deutsche Bank y Goldman Sachs.

En el caso de los bonos, MásMóvil lanzará dos emisiones, la primera de unos 1.700 millones de euros de deuda senior a ocho años y otra de 1.300 millones de euros de deuda asequible a siete años.

De esta manera, según avanzan fuentes de mercado a EL ESPAÑOL-Invertia, la colocación de este primer tramo tendrá lugar en los próximos días fuera de España y se espera una fuerte demanda por parte de los inversores internacionales.

Agencias de rating

Esta emisión -sobre la que se están cerrando ya los últimos flecos- podría incorporar dos tipos distintos de bonos corporativos en función de cómo estén las condiciones del mercado.

Deutsche Bank es el banco que actúa como coordinador de estas emisiones de bonos. Y participan BBVA, Sabadell, Santander, BNP Paribas, Bank of America, Barclays, Credit Agricole, Goldman Sachs, Mizuho y Morgan Stanley.

Las tres agencias de rating que califican la nota a la deuda de la compañía de telecomunicaciones ya han preparado sus informes y hay analistas que han decidido no tocar la nota de los bonos de la empresa, pese a su alto endeudamiento. Juega a su favor las sinergias y ahorro de costes que generará la fusión de las dos empresas.

El pasado 28 de marzo MásMóvil comunicó a la CNMV su oferta por la operadora vasca y su intención de excluirla de bolsa. El precio ofertado fue de 1.995 millones de euros, un precio por acción por encima de los 11,17 euros, pagando una prima del 26,8% respecto del valor medio de la acción de la compañía vasca durante los últimos seis meses.

En ese momento, MásMóvil ya comunicó que tenía el respaldo de un 52,32% del capital social de Euskaltel, ya que sus principales accionistas, Zegona Limited (por medio de su matriz, Zegona Communications plc), Kutxabank, S.A. y Alba Europe S.à r.l., se habían comprometido a aceptar la oferta.

Lanzamiento de la opa

De esta manera, las escasas dudas sobre la operación estaban sobre los fondos oportunistas. Al frente de este grupo que rozaba una cuarta parte del accionariado de Euskaltel se colocaba JP Morgan.

Sin embargo, en torno al 98% de los accionistas de Euskaltel aceptaron la opa el pasado 5 de agosto, lo que aseguró el éxito de la operación planteada por la operadora presidida por Meinrad Spenger. 

La suma de MásMóvil (2.000 millones) y Euskaltel (700 millones) llevará a la nueva compañía a facturar 2.700 millones de euros, todavía lejos de los 4.000 millones que facturan Vodafone, el tercer actor; y Orange, el segundo.

Pese a ello, fuentes relacionadas con la operación indican a este periódico que la vocación es ser el tercer operador en el breve plazo. De hecho, en líneas móviles y banda ancha ya están muy cerca de Vodadone.

La operación también cerró la puerta, de momento, a otra integración de MásMóvil echando tierra de por medios a su posible integración con Vodafone. Una operación que, según las fuentes consultadas, se podría retomar en el futuro, pero antes hay que gestionar la integración con Euskaltel.