Una de cada cinco empresas ha experimentado un aumento de la morosidad en el último año, según el Barómetro de la pyme sobre morosidad de Cepyme, en el que se recogen las opiniones de cerca de 650 empresas, sobre todo de micro y pequeñas empresas.
A la luz de los datos del barómetro, Cepyme constata que la morosidad sigue siendo un grave problema para las empresas. De hecho, sólo el 6% de ellas observa un descenso de la morosidad en los últimos doce meses. Para el 73% se mantienen los mismos niveles, y para más del 20%, se ha incrementado.
Cepyme ha atribuido este repunte de la morosidad entre empresas a la desaceleración de la recuperación y a las secuelas que dejó en ellas la crisis de la pandemia.
En lo que respecta a la morosidad por parte de las administraciones públicas, el 10% de las empresas declara que es más alta que hace un año, mientras que para el 40% se ha mantenido en los mismos niveles y sólo un 4% cree que se ha reducido. Cerca del 45% de las empresas consultadas no ha trabajado en el último año con la administración.
Un 2% de las empresas que sufre mora prevé que su compañía cierre por este motivo; un 5% cree que le llevará a una situación de insolvencia; un 4% apunta a una reducción de su estructura; para el 10% supondrá más necesidad de financiación, y para el 18% un incremento de los gastos de financiación.
Asimismo, el incremento de morosidad también les afectará en pérdida de clientes (12%) o en la reducción o pérdida de márgenes (30%).
Retrasos en el pago
Por su parte, los datos del Observatorio de Morosidad de Cepyme del cuarto trimestre de 2021 apuntan a un retroceso de la morosidad empresarial de 1,4 puntos respecto del trimestre anterior, como consecuencia tanto de la reducción del periodo medio de pago, como por el descenso del porcentaje de facturas emitidas con retrasos en el pago.
Así, el período medio de pago (PMP) de las empresas españolas se situó en 81,4 días, frente a los 82,2 días del año 2020. Por su parte, el porcentaje de facturas emitidas con retraso de pago sobre el total fue del 69,7%, frente al 70,5% registrado en el tercer trimestre de 2021.
"Esta evolución no oculta, sin embargo, que la morosidad se mantiene estable, en tasas muy elevadas, y sigue siendo un grave problema para las empresas, que pone en riesgo su liquidez y compromete su viabilidad, en especial para las de menor dimensión", apunta Cepyme.
De hecho, la organización ha advertido de que el monto total de deuda entre empresas con morosidad continúa incrementándose "de forma preocupante".
En concreto, la deuda comercial con retraso de pago se incrementó un 17,3% en el tercer trimestre de 2021, alcanzando los 279.808 millones de euros, frente a los 238.453 millones registrados en el mismo período del año anterior.
Esta morosidad tiene un coste para las empresas en términos de dificultades de financiación e intereses de demora exigibles que, con el tipo de interés legal en el 3% fijado por el Banco de España, Cepyme estima para este período en 1.411 millones de euros, un 15,8% más que en el mismo período del año anterior, superando los niveles de intereses más elevados que se registraron en 2013.
Capacidad de negociación
"La demora en el pago de facturas incide especialmente en las empresas de menor tamaño, que tienen mayores dificultades de acceso al crédito y que sufren más especialmente la morosidad al ser proveedores, en muchas ocasiones, de otras compañías con mayor tamaño", sostiene Cepyme.
En el cuarto trimestre de 2021 las grandes empresas registraron el mayor incremento de su periodo medio de pago, con 5,3 días más, hasta un total de 73,9 días de demora.
Pese a ello, Cepyme señala que las grandes empresas son las que menos tiempo tardan en pagar por su mayor capacidad de negociación con sus proveedores y su mayor facilidad para acceder al crédito.
Por su parte, las microempresas elevaron en el cuarto trimestre de 2021 el periodo medio de pago en 2,4 días en relación al mismo periodo de 2020, hasta los 78,4 días.
Por contra, las pequeñas empresas lo redujeron, con 82,1 días frente a los 83,6 días del mismo período de 2020, en tanto que las medianas empresas pasaron de 84,1 días en el cuarto trimestre de 2020 a 82,2 días en el mismo período de 2021, casi dos días menos.
La construcción y promoción inmobiliaria, junto con el sector textil, se mantienen como las actividades con mayores retrasos en el pago, alcanzando los 97,7 y 89,5 días de periodos medios de pago, respectivamente.
Por el contrario, los sectores de distribución alimenticia y químico se consolidan como las actividades con menores retrasos en sus pagos, con 68,3 y 77,4 días, respectivamente.
Por comunidades, Murcia presenta el mayor período medio de pago, con un total de 93,3 días. Es, además, la única comunidad autónoma que supera la barrera de los 90 días de pago pese a que el cuarto trimestre registró un descenso de 2,3 días respecto al trimestre anterior.
Las comunidades autónomas que registraron un mayor incremento interanual de la morosidad empresarial fueron Aragón (3,2 días), La Rioja (2,8 días) y Castilla y León (1,7 días).
Aragón (67,7 días), Cantabria (71,9 días) y Cataluña (73,3 días) presentan los periodos medios de pago más bajos, aunque en todos los casos por encima del umbral que establece la ley (60 días).
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