Los productores de jamón serrano de Trevélez (Granada) y Serón (Almería) han conseguido paralizar, de momento, la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Jamón Serrano que el sector jamonero demandaba para proteger internacionalmente este producto emblemático de la gastronomía española.
En España existen dos IGP de jamón serrano, las de Trevélez y Serón, que reúnen unas determinadas condiciones que protegen el método de elaboración. Consideran que, de adoptarse la IGP nacional, se "frustrarían las expectativas" de los consumidores porque el jamón no tendría que elaborarse en la sierra ni secarse en ambiente natural.
En el caso del jamón de Trevélez, para poder contar con este sello distintivo, los jamones deben curarse de forma natural y en una altitud superior a los 1.200 metros y proceder de determinadas razas de cerdos, entre otros requisitos.
Esta semana, se ha decidido paralizar por el momento el registro de creación de esta IGP. El Ministerio de Agricultura ha suspendido la ejecución de la resolución que daba luz verde a continuar con este proceso, según se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Uno de los principales defensores de esta IGP ha sido la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice). Entre sus argumentos se encuentra la protección de este producto para que exclusivamente se realice en España y para evitar que otros países puedan usurpar este nombre.
Consideran que así se reforzará la protección jurídica contra imitaciones dentro de la Unión Europea (UE) y de países terceros y que confiere derecho de propiedad intelectual sobre la expresión "jamón serrano".
Por el contrario, los detractores de esta IGP nacional creen que cualquier jamón curado se podría hacer pasar por serrano porque el pliego de condiciones "no exige que la elaboración del producto tenga lugar en la sierra".
"Incumple" condiciones IGP
Según la normativa europea, para que un producto sea reconocido con una IGP, en sus fases de producción debe tener una que al menos tenga lugar en la zona geográfica definida. "Jamón serrano no es un nombre que identifique a un producto como originario de un lugar determinado, una región o un país", explican los productores de jamón de Trevélez.
Creen que la expresión 'Jamón Serrano' no identifica a un producto como originario de un lugar determinado, sino que distingue un producto resultante de un método de producción. Un requisito que sí se cumple en el caso de 'Jamón de Trevélez' o 'Jamón de Serón'.
"'Jamón Serrano' ni es una expresión geográfica per se, ni tiene unas connotaciones geográficas implícitas que permitan al consumidor identificar el producto como originario de un lugar determinado y al cual le debe su reputación o características específicas", argumentan.
También consideran que la pretendida IGP desvirtúa el procedimiento de elaboración tradicional del producto y que es "susceptible de generar engaño" a los consumidores porque "es obvio" que no existe una climatología y microflora común en todo el país.
"El registro como IGP implicaría monopolizar el uso de la expresión como un derecho de propiedad industrial", apuntan. En definitiva, registrar 'Jamón Serrano' como IGP equivaldría, según argumentan los detractores, a registrar la expresión 'Jamón Curado' o 'Queso Curado'.
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