Teóricamente, la temporada 2021-2022 iba a ser un año de transición para el Real Madrid. La llegada de Mbappé y la culminación de la remodelación del Santiago Bernabéu acaparaban todos los focos en un año en el que la entidad blanca no aparecía entre los favoritos de las apuestas para hacerse con los principales torneos futbolísticos.
12 meses después, la temporada termina con una Champions League, una liga y una Supercopa más en las vitrinas. ¿Qué hay detrás de un cambio tan radical? Por encima de las individualidades, de los aciertos en los momentos clave y de las remontadas, el modelo de gestión se ha impuesto como el pilar sobre el que el Real Madrid ha construido sus éxitos.
La figura de su presidente, Florentino Pérez, y de la fórmula que durante décadas ha ido puliendo a los mandos de ACS, despunta como la respuesta a las muchas ecuaciones que han provocado que esta temporada se convierta en una de las más exitosas de la historia del club blanco.
Los pasos dados durante los últimos años muestran una profunda evolución de la estrategia del Real Madrid en el campo y en los despachos que le acercan más que nunca a los métodos empleados en la compañía de infraestructuras y gestión de servicios.
Lejos quedan ya las temporadas de los galácticos. A medida que han pasado los años de la segunda etapa del mandato de Florentino Pérez, que arrancó en 2009, el Real Madrid y ACS han ido convergiendo en un modelo de gestión muy similar. Ambas entidades comparten, al menos, tres grandes pilares en su estrategia: unos presupuestos realistas, una deuda atada en corto y una apuesta clara por las inversiones estratégicas.
Sólida captación de ingresos
Durante muchos años, la gestión económica de los clubes españoles ha vivido lejos de los estándares de las grandes corporaciones. La apuesta por el hoy, la falta de previsión y los bandazos estratégicos han provocado que muchos equipos históricos vivan situaciones económicas muy complejas. En algunos casos, incluso, han tenido que abandonar la élite. La puesta en marcha de un control financiero y del Fair Play han permitido que, por primera vez en la historia, se pueda conocer y comparar la salud de los clubes españoles.
Una clasificación que destaca al Real Madrid del resto de equipos con una distancia aún mayor a la que ha podido alcanzar en los terrenos de juego. Según los últimos datos, conocidos durante el pasado mes de marzo, el Real Madrid cuenta con 739 millones de euros de margen salarial. Esta cifra multiplica por cuatro el del Sevilla, segundo clasificado con 199. En tercer lugar aparecería el Atlético de Madrid con 161,2 y, en cuarto, el Villarreal, con 148 millones.
El origen de este importante colchón lo encontramos en la evolución de los ingresos del equipo y en el peso que los salarios ocupan en sus cuentas. Desde 2009, los ingresos del Real Madrid han pasado de los 442 millones de ingresos a los 653 millones del pasado ejercicio. Un aumento del 47% en el que hay que destacar el impacto de la pandemia.
La facturación del club llegó a los 757 millones en la temporada 2018-2019. Durante dos años, partidas como el estadio pasaron de superar los 100 millones de euros a reducirse prácticamente a cero. Una batalla ganada y que ya se notará en las cuentas del próximo año pese a que las obras de renovación del Santiago Bernabéu aún no permiten maximizar los ingresos de esta partida.
Respuesta a la Covid
Y es precisamente en esa gestión del impacto de la pandemia donde se pueden apreciar lazos fuertes entre la forma de hacer en ACS y el Real Madrid. El gigante de las infraestructuras también sufrió en sus carnes las penurias de la Covid-19. Del mismo modo que el virus vació el Bernabéu, las limitaciones a la movilidad provocaron una dramática reducción del tráfico de algunas de las infraestructuras claves del negocio concesional de ACS.
La buena posición de tesorería, el análisis de la situación y la valoración de los diferentes negocios y activos del grupo permitieron a la compañía amortiguar el golpe y alcanzar unos beneficios de 574 millones en 2020. Una cifra que en 2021 despegó hasta los 720 millones de euros. Eso sin tener en cuenta la venta de la división de servicios, que disparó las ganancias por encima de los 3.000 millones.
La receta seguida en la casa blanca fue muy similar. El club consiguió que tanto en la temporada 2019-2020 como en la 2020-2021, destacados miembros de las plantillas de fútbol y baloncesto, así como los principales ejecutivos de la entidad, redujeran voluntariamente sus salarios un 10%.
Del mismo modo, durante las dos últimas temporadas, el Real Madrid traspasó jugadores por valor de 182 millones de euros mientras los fichajes supusieron una inversión de 31 millones de euros.
Un saldo positivo de más de 150 millones de euros que ha permitido a la entidad no entrar en pérdidas en ninguno de los ejercicios marcados por la pandemia. Dos ejercicios en los que el club cuantificó en 300 millones de euros la reducción de ingresos.
Pese a ello, la empresa alcanzó un beneficio de 300.000 euros y de 900.000 euros en las dos últimas temporadas con un Ebitda que en ambos ejercicios rozó los 180 millones de euros.
Deuda y tesorería, bajo control
Todo ello sin que el endeudamiento haya escalado a niveles que afecte a la actividad. Si una obsesión se puede destacar por encima de todas en el manual de Florentino Pérez esa es la de la reducción a la mínima expresión de la deuda. Tanto en el caso del Real Madrid como en el de ACS, el mandatario siempre ha atado en corto el endeudamiento.
Una decisión contracíclica. Durante unos años en los que los tipos de interés han estado en niveles nunca antes conocidos, el dinero barato ha hecho que muchas compañías aprovecharan el momento. Por el contrario, tanto el Real Madrid como ACS han tenido controlada esta partida, lo que les ha permitido recurrir a ella con la llegada de la pandemia. No tanto para cuadrar cuentas como para poder lanzarse a cerrar operaciones estratégicas.
La deuda neta del club blanco a 30 junio de 2021, excluido el proyecto de remodelación del estadio, representa un importe de 46 millones de euros. Una cantidad que supone una reducción del 80% respecto a las cifras del ejercicio anterior en la que llegó a los 241 millones.
En el caso de ACS, la venta del negocio industrial le ha permitido contar con una situación patrimonial muy holgada. En concreto, la operación le reportó unos ingresos de 4.980 millones de euros. Gracias a ellos, la compañía cuenta con una posición neta de tesorería de 2.009 millones de euros.
Inversiones estratégicas
Así las cosas, ACS y Real Madrid encaran la salida de la pandemia en posición de poder llevar a cabo apuestas estratégicas para las dos entidades. El nuevo Bernabéu se erige como el principal activo que va a transformar la actividad del club madrileño durante las próximas décadas.
El estadio del Real Madrid se va a convertir en un recinto multifuncional. Grandes convenciones empresariales, ferias, conciertos y espectáculos deportivos de toda índole podrán celebrarse durante los 365 días del año en el corazón de la capital de España. Todo gracias a que la instalación podrá techarse y el césped retirarse y conservarse sin verse perjudicado por estas actividades.
Una renovación integral para la que el club ha pedido un préstamo de 575 millones de euros que tendrá que devolver a partir de julio de 2023 en 30 años con un tipo de interés al 2,5%. Una inversión cuyo retorno ya se nota. Antes de que se hayan culminado las obras, el club ya ha cerrado un acuerdo para la explotación del recinto valorado en 360 millones con el fondo Sixth Street.
Del lado de ACS, la compañía ha puesto su foco inversor en las concesiones y en las renovables. Dos campos que pretenden dotar al modelo de negocio de la compañía de una posición relevante en negocios con gran demanda en el futuro y que aportan un importante grado de predictibilidad a las cuentas de la empresa.
Nuevos liderazgos
Estos modelos de poco valdrían si de la parte teórica no se pasara a la práctica. Para ello, para su implementación, los nuevos liderazgos dentro del terreno de juego y de los despachos han sido fundamentales. Al frente de los banquillos la figura de Carlo Ancelotti ha destacado como uno de los grandes aciertos para el momento y la plantilla del Real Madrid.
Además de su amplio conocimiento de la casa, al tratarse de su segunda etapa en el club blanco, su amplia experiencia internacional ha enriquecido su propuesta inicial. Muy marcada por sus años en el Calcio tanto como jugador como entrenador. Un modelo que tiene similitudes con el que representa Juan Santamaría. El nuevo número dos de Florentino Pérez cuenta entre sus fortalezas con un extenso conocimiento de Estados Unidos y la región del Pacífico. Dos mercados fundamentales para el negocio presente y futuro de ACS.
Ambos tendrán retos iniciales similares. Real Madrid y ACS comparten incluso que dos de sus grandes operaciones, el fichaje de Mbappé y la compra de Atlantia, no terminaron de fructificar. Ancelotti y Santamaría deberán reconfigurar los planes fijados y marcar rumbos ya sin contar estos activos.
Así las cosas, Real Madrid y ACS viven en 2022 la culminación a años en los que el modelo de gestión les ha permitido reforzarse ante momentos de gran complejidad desconocida hasta ahora. Sobre todo en un contexto en el que otros primeros espadas de sus industrias se han visto lastrados. Sin embargo, ninguna de las dos entidades han salido 'tocadas'. Al contrario, tanto el club como la empresa están en disposición de seguir ampliando sus vitrinas.