Un hombre compra flores para recordar a un ser querido en el Día de Todos los Santos.

Un hombre compra flores para recordar a un ser querido en el Día de Todos los Santos. María José López (EP).

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Las floristerías recuperan las ventas prepandemia pero advierten: “la gente ya no va al cementerio en las ciudades”

Los precios para este Día de Todos los Santos han subido un 15%. Hay una mayor producción de claveles o crisantemos por las altas temperaturas.

1 noviembre, 2022 02:24

El Día de Todos los Santos ha representado siempre buena parte de la facturación de las floristerías, que en la mayoría de España consiguen agrupar en solo dos o tres días el 30% de las ventas anuales. En las grandes ciudades, muchos de estos comercios han dejado de tener señalado en rojo el día de los difuntos: "La gente ya no va al cementerio".

Así lo ha trasladado a EL ESPAÑOL-Invertia Arancha Esmiol, vocal de la Asociación Nacional de Floristas (ANF). De hecho, asegura que muchas floristerías de los centros de las ciudades ya no hacen campaña de Todos los Santos.

Sin embargo, en muchos rincones de España esta festividad sí supone un balón de oxígeno para las floristerías. "Representa el 30% de las ventas y es una campaña que funciona muy bien", explica a este medio el vicepresidente de la Asociación Española de Floristas (AEFI), Fernando Ríos.

Si la pérdida es reciente

La tradición, más arraigada entre la población de más edad, permanece también en los jóvenes "si la pérdida es reciente". Las personas de mediana edad "suelen ir al cementerio si la pérdida es de hace dos o tres años", por lo que las flores siguen de momento honrando a quienes ya no nos pueden acompañar.

Eso sí, los floristas españoles han notado que en muchas ciudades "los Santos es una campaña normal", que incluso puede verse superada en ventas por un fin de semana de bodas. Ocurre, sobre todo, en las ciudades de mayor tamaño.

Varias personas arreglan las sepulturas del cementerio de San Fernando (Sevilla)

Varias personas arreglan las sepulturas del cementerio de San Fernando (Sevilla) María José López (EP).

Este año, la previsión es que las ventas casi alcancen los niveles de prepandemia. "Calculamos un 10% menos de flores", matiza Ríos. Aunque las condiciones son propicias, el festivo ha caído en martes y las ventas están repartidas entre el fin de semana y el propio Día de Todos los Santos.

Los precios se han incrementado un 15% en comparación con el año pasado, cuando ya las flores se habían encarecido ligeramente por una menor disponibilidad del producto. Muchos floricultores se pasaron al cultivo de las hortalizas ante la imposibilidad de dar salida a su stock durante la pandemia de la Covid-19.

Varias personas compran flores para recordar a quienes ya no están en el Día de Todos los Santos.

Varias personas compran flores para recordar a quienes ya no están en el Día de Todos los Santos. María José López (EP).

Los costes han subido "el doble", pero las floristerías están "conteniendo" los precios, según asegura Ríos. Cifra en un 30% el incremento de los gastos, sobre todo del transporte y de la luz. 

Las floristerías son negocios que emplean una fuerte iluminación para resaltar los colores de sus productos. Algunas plantas precisan de luz artificial para mejorar su floración y, en general, al ser transportadas se emplean camiones climatizados que les aseguren una determinada temperatura para no romper la cadena. 

[La sequía marchita el negocio de la flor cortada: parte de los floricultores se pasan a las hortalizas de invernadero]

En esta ocasión, el aumento de los costes del transporte favorece a los productores locales. Algunas especies como la paniculata, que tradicionalmente se importaba desde Ecuador, se está comprando en mayor medida a Chipiona (Cádiz) o Murcia. 

"Está un 40% más barata en España, normalmente necesita luz y calor y se tenía que importar pero este año con el clima que estamos teniendo nos llega producción suficiente", explican desde la Asociación Nacional de Floristas.

Las flores 'estrella'

Una subida generalizada de temperaturas está dando lugar a una mayor producción de gladiolos, crisantemos, claveles o lilium. Por el contrario, la ausencia de frío está dejando al mercado con menos jacintos, anemonas o francesillas. Aunque a ello hay que sumar la falta de agua en algunas zonas de España, como es el bajo Guadalquivir.

Por el momento, para honrar a quienes ya no están las flores más vendidas son los lirios, las gerberas, margaritas y los gladiolos. Se opta por colores como el blanco o el rosa, dejando fuera a los ramos más rojizos o anaranjados propios de otras efemérides.