Sede de Criteria en Barcelona en una imagen de archivo.

Sede de Criteria en Barcelona en una imagen de archivo. EFE

Empresas

CriteriaCaixa supera el 2,5% en Telefónica y mantendrá su estrategia de compras tras la llegada de Stc

El brazo inversor de la Fundación La Caixa cree que la operadora es una apuesta de futuro y no variará su hoja de ruta pese a la llegada del inversor árabe. 

9 septiembre, 2023 02:44

CriteriaCaixa ha superado el umbral del 2,5% de las acciones de Telefónica después de que Stc se haya convertido en su primer accionista con el 9,9% de los títulos. El brazo inversor de la Fundación La Caixa desvelaba este incremento horas después de conocerse la llegada de la operadora Saudí, y es un paso más en su estrategia de crecimiento en la empresa. 

Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia explican que este umbral no se quedará aquí, y que su objetivo es seguir comprando 'matildes' en los próximos meses. Es decir, la estrategia de apostar por la empresa de telecomunicaciones se mantiene pese a los cambios accionariales. 

En la última comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se hizo el día 7 de mes, Criteria desvelaba la compra de 389.747 títulos por un importe total de 1,47 millones de euros. Esto supone que el precio medio alcanza los 3,78 euros por título. 

Apuesta por Telefónica

Aunque CriteriaCaixa elude hacer comentarios al respecto, este diario ha podido conocer que la apuesta por Telefónica es firme y no va a variar. ¿El motivo? Están convencidos de que su potencial en bolsa todavía no se ha visto y se podrá comprobar en los próximos meses, una vez que la transformación puesta en marcha por el grupo empiece a dar sus frutos. 

Sin duda, una apuesta arriesgada. Sobre todo si se tiene en cuenta que las primeras compras de Criteria en Telefónica se hicieron allá por 2018 en el entorno de los 8 euros por título. Es decir, casi cinco euros más que ahora. 

Estas primeras compras se enmarcaban en la que entonces era una "nueva estrategia" de hacer una gestión activa de su cartera, maximizando el retorno de vía dividendos e inversiones diversificadas con vocación de permanencia. De hecho, el objetivo era (y sigue siendo) ser socios financieros y no estar pendientes de los consejos de administración. 

No es el caso de Telefónica, en donde el presidente de la Fundación La Caixa, Isidre Fainé es el vicepresidente. No en representación de Criteria, si no de CaixaBank, que también es accionista y que ostenta el 3,5% de los títulos de la operadora. 

Apoyo a Pallete

El avance de CriteriaCaixa en Telefónica siempre se ha interpretado como un apoyo a la estrategia de transformación que estaba llevando a cabo José María Álvarez-Pallete. De hecho, las fuentes con las que ha hablado este diario, se muestran convencidas de que en los próximos años se verán los frutos en términos bursátiles. 

De hecho, en el brazo inversor de la Fundación La Caixa no existe intención de variar la estrategia en Telefónica pese a la llegada de los saudíes de Stc. Un aterrizaje sobre el que, por cierto, evitan hacer comentarios. 

En el entorno del grupo aseguran que ellos siguen trabajando en su hoja de ruta, y que están a la espera de conocer el próximo plan de negocio que se extenderá hasta 2026. Un tiempo en el que se deberían acabar los recortes y la estrategia defensiva, para pasar a la generación de valor y el crecimiento. 

Todo ello mientras se espera a que Stc presente la solicitud de autorización para hacerse con el 9,9% de Telefónica. Sólo a partir de entonces comenzará a contar el plazo para que el Gobierno decida si da el visto bueno a la operación lanzada esta semana o no. 

Condiciones

Pese a las críticas inciales y la oposición frontal inicial, el Ejecutivo ha ido bajando el nivel. Ahora toca dar paso a la calma e ir analizando los distintos detalles. De hecho, en las últimas horas empieza a cobrar fuerza la posibilidad de que el Gobierno opte por plantear un visto bueno condicionado a la entrada de los saudíes. 

¿Eso qué significa? Que puedan poner algún 'remedio' para limitar sus derechos políticos; o que limiten su capacidad de tomar decisiones forzando a que la sede social del grupo se quede en España o no se puedan poner en marcha procesos de despido en un período concreto.